En una ponencia me consultaron ¿qué es una sociedad débil y por qué al Ecuador lo visualizan así? Si bien es un término subjetivo que se utiliza para describir una sociedad que presenta características de fragilidad, inestabilidad y falta de cohesión social. También es cuando posee particularidades acentuadas de inequidades, falta de oportunidades, mucha inseguridad, baja inversión en arte y cultura, carencia de estudios comunitarios, crisis de valores, sesgada en relaciones de poder de mercado, entre otros.
Adicionalmente dependiendo de los contextos, es también cuando se percibe una falta generalizada de confianza entre sus miembros, manifestándose en relaciones interpersonales frágiles, irrespeto y una sensación de competencia constante. Sus instituciones no proporcionan servicios integrales a la población, lo que contribuye a la inestabilidad y desconfianza en el sistema. Persiste la presencia de desigualdad extrema en los niveles de ingresos, oportunidades y acceso a recursos. Esta falta de equidad genera tensiones sociales, culturales, resentimiento y divisiones que dificultan la cohesión y bienestar común.
Por otro lado, puede estar fragmentada en términos de divisiones étnicas, religiosas, políticas. Las que pueden generar conflictos, segregación y falta de identidades a nivel nacional, social o compartidas. También, la falta de participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la vida política y cívica. La apatía política y la falta de compromiso pueden debilitar la democracia y el desarrollo de una sociedad sostenible.
Es importante tener en cuenta que estas características no son exhaustivas y que cada comunidad puede tener diferentes aspectos que se consideren débiles. Además, es posible que una sociedad que se considere débil en ciertos aspectos pueda tener fortalezas en otros ámbitos. El análisis de la fortaleza o debilidad de una sociedad es un tema complejo y su evaluación puede variar según diferentes perspectivas y enfoques.
Al final del día puedo mencionar que los problemas estructurales en Ecuador se mantienen y nos han llevado a ser una sociedad débil donde cada día vemos más lejos una cultura por la seguridad, la equidad y la vida. Mientras una gran proporción de la población viva en condiciones de pobreza extrema, con dificultades para satisfacer sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda, educación, atención médica y sin acceso a la cultura como un derecho universal. Con una infraestructura deficiente o subdesarrollada, educación limitada que obstaculiza el desarrollo humano y perpetúa el ciclo de pobreza, con altas tasas de desempleo, precariedad laboral y subempleo, no solo continuaremos siendo una sociedad débil, sino también una sociedad que involuciona y se fragmenta cada día sin soluciones.
Es importante trabajar en prácticas culturales que vayan hacia la potencialización del ser humano, donde la seguridad sea una prioridad y esté arraigada en los valores, principios, creencias y comportamientos de las personas, se fomenten conciencia, creatividades, sensibilización, pensamiento crítico, responsabilidad y donde la comunidad sea la verdadera protagonista. (O)