Test procede del anglicismo del mismo nombre. Ingresó al diccionario académico en 1985 como voz inglesa, y por esta característica se escribía con resalte tipográfico (cursiva, comillas). En la actualidad se usa con letra normal o redonda, pues en 1992 se españolizó. Se usa con los sentidos de ‘prueba, evaluación, examen’.

Con respecto a si es los tests o los test (de testes hablaremos después), la Nueva gramática de la lengua española indica que el plural de test se registra como tests, pero, por la dificultad que en español supone pronunciar el grupo /sts/, se recomienda que este sustantivo quede invariable: los test. En esta obra académica se indica, además, que por esta razón permanecen invariables otros nombres que terminan en /st/ como el compost/los compost (humus, conjunto de compuestos orgánicos); el karst/los karst (paisaje de relieve accidentado originado por la erosión); el trust/los trust (asociación de empresas que monopolizan el mercado y controlan los precios).

El plural tests no debe confundirse con testes ni, exagerando, con testas. Testes se refiere a los testículos y a las verrugas que salen en los dedos de las manos. Testas se relaciona con la cabeza de las personas y los animales; también, con la frente o parte anterior de algunas cosas materiales; y, asimismo, con el entendimiento o la capacidad para actuar con prudencia.

Dependiendo del contexto, la palabra test puede sustituirse por cuestionario, examen, análisis, control, prueba, evaluación, etc. Por influencia de este sustantivo suelen usarse los verbos testear y testar, que equivalen a ‘someter algo o a alguien a un control o prueba’. (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española (versión electrónica), Diccionario panhispánico de dudas (2005) y Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.