Hombre precavido o prevenido vale por dos. Este refrán induce a reflexionar en que siempre hay que actuar con prudencia ante las diferentes situaciones de la vida, sobre todo, cuando son delicadas. Según esto, una persona precavida o prevenida es sagaz y cauta, por lo tanto sale airosa en los momentos complicados. En cambio, alguien que actúa de manera irreflexiva o temeraria puede cometer errores que complicarán la resolución de alguna empresa o su vida en general.