A propósito de nada, la autobiografía de Woody Allen, me llegó en mi cumpleaños, en agosto pasado, con una dedicatoria y un “nos veremos pronto” en la solapa. Lo dejé sobre la mesa de trabajo un par de meses, hasta que decidí abrirlo a fin de año. Una, dos, tres páginas… Y no paré. Por algo, a este controversial genio se le atribuye la frase “todos los estilos son buenos, menos el aburrido”.