Luego de golpear el parabrisa del auto de un paparazzi con un paraguas y raparse la cabeza era evidente que necesitaba ayuda. ¿Pero dónde está hoy la llamada princesa del pop que cautivó a una generación? ¿Qué camino tomó luego de que su padre se hiciera cargo de ella? Para quienes crecimos frente a un televisor esperando que MTV estrenara cada video de Britney Spears desde (You drive me) Crazy, pasando por Toxic y Me against the music (a dúo con Madonna) resulta hoy imposible reconocer a esa rubia atlética y risueña en la cuenta de Instagram que lleva su nombre.

El segmento Making the video, transmitido por MTV justo antes de revelar al mundo su más reciente videoclip (sí, la vida antes de YouTube) era la ventana perfecta para acercarse a Britney, a esa artista cuyas coreografías hacían soñar a varias niñas de mi edad (todas queríamos bailar como ella).

Britney se reía, bromeaba y desbordaba esa energía que luego desplegaba sobre el escenario. Era inalcanzable, bellísima y qué no habríamos dado por poder verla a diario como hoy es posible hacerlo a través de Instagram o Twitter, solo que es difícil saber qué versión de Britney descansa detrás de esas redes sociales.

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Ella asegura que está bien, solo que sus posts no son perfectos, que ya no esperen que ella luzca como portada de revista en cada foto que sube a Instagram. Pero quienes seguimos su carrera por años, sabemos que probablemente algo no está bien. ¿O solo somos demasiado exigentes al compararla con sus mejores años? El periódico estadounidense The New York Times estuvo preguntándose lo mismo y, como parte de sus producciones audiovisuales para plataformas de streaming (ya en 2019 lanzó Modern Love para Prime Video de Amazon), ha realizado el documental Framing Britney Spears sobre la vida de la cantante y los diversos momentos de su vida que, según transmite la producción, condujeron a su breakdown. Puede verse a través de Hulu.

Pérdida de control

“Soy la Srta. Sueño Americano desde que tengo 17, no importa si piso el escenario o huyo a las Filipinas, ellos siempre quieren una foto de mi derriere en su revista. ¿Quieres una parte de mí?”, cantó Britney en 2007 en su sencillo Piece of me, uno de los más autobiográficos y que se inspira en el escrutinio constante de la prensa a su vida personal. “Estoy trabajando y siendo madre, pero aunque llevo a un niño en mis brazos, sigo siendo la excepción y tú quieres una parte de mí”. Lo extraño fue que esta poderosa letra (parte de su quinto álbum, Blackout) se lanzó junto a Gimme More, canción con la que abrió los premios MTV de ese mismo año. Esa presentación le quitó el aliento y asombró a todos sus seguidores, pero no por las razones correctas. Aunque su cuerpo intentaba seguir la música y la coreografía, ella no estaba allí, su mirada lucía vacía mientras ejecutaba movimientos imprecisos y carentes de toda la energía que la caracterizó durante toda su carrera. Ella terminó su presentación y la prensa la destrozó. Y por supuesto, también comentaron que había subido de peso.

Al año siguiente su padre, James P. Spears, tomó el control legal de su vida como su cuidador y desde entonces, aunque la hemos visto presentarse en Las Vegas y lanzar nuevos éxitos como Til the world ends o Pretty Girls (junto a Iggy Azalea), siempre ha quedado el sabor de que el público no está viendo a la verdadera Britney. Así, la producción del New York Times se une a la campaña #FreeBritney (que recuerda mucho al famoso video Leave Britney Alone realizado años atrás por uno de sus fans) y que respalda que Britney recupere su libertad.  Es cierto, la protección legal la ha mantenido con vida (hubo apuestas en línea sobre esto), pero ¿está viviendo la vida que ella realmente desea a sus 39 años?

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¿Qué significa la tutela?

Según explica The New York Times, una tutela, a veces conocida como custodia, —en inglés conservatorship— es un complejo acuerdo legal reservado por lo general a los ancianos, los enfermos o las personas con discapacidad. Implica designar un representante para gestionar los asuntos y el patrimonio de la persona si se considera que no puede cuidar de sí misma o es vulnerable a influencias o manipulaciones externas.

Foto: Shutterstock

La tutela siempre se presenta como algo que sirve para proteger a la persona. Los representantes de Jamie Spears han dicho que su gestión de la carrera de su hija probablemente la salvó de la ruina financiera. Dijo en los archivos judiciales que su “única motivación ha sido su amor incondicional por su hija y un deseo feroz de protegerla de quienes intentan aprovecharse de ella”.

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Jamie Spears se retiró de su papel como custodio personal de su hija en 2019, citando problemas de salud; un tutor profesional tomó su lugar temporalmente. La batalla judicial actual gira en torno al control del patrimonio de Spears.

¿Pero qué quiere Britney Spears?, se pregunta el diario estadounidense, lo que ha quedado claro en los últimos meses a través de su abogado, según los archivos judiciales, es que Britney Spears ya no quiere que su padre sea su tutor. En una audiencia judicial celebrada en noviembre del año pasado, el abogado de la cantante dijo que “ella tiene miedo a su padre”, con quien no ha hablado en mucho tiempo, y que no volverá a actuar si su padre mantiene el control sobre su carrera, informó The Associated Press.