Joana Marcús se ha transformado en una de las escritoras más populares entre los jóvenes lectores, siendo una de las autoras más vendidas y leídas en español. La reina española de Wattpad, plataforma digital de lectura conocida como el “Spotify de los libros”, estuvo en la ciudad de Guayaquil este sábado, 22 de julio, a las 11:00, para un evento donde estuvo firmando ejemplares de sus obras y conversando con los cientos de fanáticos que asistieron a verla.

La firma de autógrafos se realizó en el Salón Baquerizo Moreno a las 11:00. Foto: Steven Albán

La escritora de géneros literarios como romance juvenil, fantasía y ciencia ficción se encuentra estudiando la carrera de Psicología y está cursando su penúltimo año.

Confiesa que empezó a utilizar Wattpad cuando tenía solo 13 años, “porque no había nada más en esa época y tampoco había tanta gente leyendo online, no como ahora al menos”. Agrega que una amiga suya estaba leyendo una historia publicada en esa plataforma y se la recomendó porque sabía que le gustaba leer, aunque no sabía que también le gustaba escribir. Se creó una cuenta en esta aplicación con el usuario juju1255 y se dijo a sí misma: “Hay muchísima gente escribiendo, ¿por qué yo no?”.

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Actualmente publica sus escritos bajo el usuario joanamarcus, perfil que tiene 1,2 millones de seguidores y acumula más de 200 millones de vistas en sus 14 historias disponibles en el sitio.

En nuestro país, su obra Después de diciembre fue la más vendida en la librería Mr. Books el año pasado.

"Después de diciembre", de Joana Marcús.

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La verdad es que me costó bastante, porque además yo era disléxica y no lo sabía. Escribir y leer, sobre todo en clase, equivalía a hacerlo en público. Entonces me trababa muchísimo al hablar, tenía dificultades y me daba mucha vergüenza; realmente la pasaba mal y, por ende, rechazaba todo el tema de los libros. Hasta que la orientadora de mi escuela me detectó la dislexia y me recomendó leer 30 minutos al día. Cuando me regalaron un libro de Harry Potter, fue como la primera revelación a los 9 años, de “Wow, se puede leer y disfrutarlo, no es solo trabajo”.

Cuenta también que hasta los 16 años practicó equitación, deporte que tuvo que luego dejar por una lesión que sufrió.

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La escritora, que cumplió 23 años recientemente, manifiesta que el cambio de ver sus palabras pasar de lo digital al papel le dio mucho vértigo al principio, y admite que nunca se sabe muy bien qué esperar. “Al final, por muchas visitas o apoyo que tengas, en internet no sabes si esto va a transcribirse a la vida real o si te vas a quedar sola, si es que va a funcionar. Yo tenía un poco de miedo, pero mira, estamos en Ecuador. Entonces, algo estamos haciendo bien”.

Ella documentó su paso por la ciudad y el evento en su cuenta personal de Twitter, donde agradeció al público y afirmó que se lleva “muchos buenos recuerdos, muchas pulseras y muchos regalitos” para decorar su casa.

Acerca de su proceso de escritura

“Normalmente creo primero al narrador y busco explorar específicamente el conflicto que tiene ese personaje; todo lo demás va a surgiendo. Entonces, si la gente se queda con ese conflicto, con la resolución y con la forma en la que avanza la historia, quedo satisfecha. Cuando mi cabeza está centrada en escribir un libro no estoy pensando en lo que tengo alrededor, necesito aislarme. Me pongo música, aunque realmente no la estoy escuchando como tal; es más como ruido blanco de alguna manera para estar concentrada. Y, bueno, no tengo un método planeado; a mí me gusta no planear nada. Lo que hago es que simplemente abro el portátil y lo que vaya surgiendo surgirá. A mí me gusta escribir así”.

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Declara que el libro que más le ha gustado escribir hasta el momento es Tardes de otoño, de 500 páginas, que nunca ha salido al papel y que escribió en un mes. “No sé cómo lo hice. Creo que ya no soy capaz de hacerlo; tengo la cabeza con demasiadas cosas”. Expresa que el libro que más le costó redactar es Ciudades de humo, para el cual tuvo que realizar una investigación extensa previa, por tratar temáticas de ciencia ficción y construcción de mundos.

A Joana le gustan muchos géneros literarios, pero uno que nunca ha explorado y siempre le ha causado curiosidad es el misterio o thriller. “En general, me gusta muchísimo leerlo y es de las cosas que más consumo como lectora, pero no sé si sabría transcribirlo bien. Entonces, me intimida mucho. Es algo que tengo pendiente”.

Expone también que sus libros favoritos son los primeros que leyó y que marcaron el inicio de su vida como lectora; entre estos están Orgullo y prejuicio, de Jane Austen; Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda, ambos del escritor Road Dahl. Dice que le parece muy noble el propósito de hacer que alguien tan pequeño lea, y que, a pesar de ser una responsabilidad increíble, debe ser algo muy gratificante.

¿Esperaste lograr todo lo que has hecho hasta el día de hoy? ¿Cómo manejas la fama?

Me encantaría decir que confiaba ciegamente, pero no es así, te estaría mintiendo; hasta que no me pasó de verdad no tenía la seguridad de que fuera real, aunque suene muy dramático. Para mí, la fama es algo muy extraño, porque yo en el instituto no era la chica más popular del mundo, pero tampoco era la más marginada; estaba en medio y tenía mi grupo de amigos; durante toda mi vida ha sido así. De repente, tener tanta atención es raro, pero no en el mal sentido; simplemente, a veces no sé cómo lidiar con ello; todavía estoy aprendiendo un poco.

Su libro Luces de febrero saldrá próximamente, y cuenta que por primera vez en la saga estará cambiando de narrador. “Los protagonistas no coinciden con los otros libros, aunque son personajes que ya conocen mis lectores de manera superficial”.

Añade que está agradecida por todos los que consumen sus obras: “Mientras ellos me lean, yo seguiré sacando libros”. (E)