Desde que existen los maquillajes y las cremas de la piel, las niñas y adolescentes han estado atraídas por ellos. Usualmente por imitar a sus madres, ha sido común que las menores busquen usar maquillajes de juguete y jugar a ser “niñas grandes”. Un juego como cualquier otro. Cuando esas niñas llegan a la adolescencia, empieza el maquillaje de verdad.