La botella llegó a mis manos a través de un amigo. Sabía de su existencia por algunas publicaciones que había visto en Instagram, pero reconozco que no le tenía confianza: pensaba que sería un licor fuerte y poco expresivo, en el que no valía la pena gastar dinero. Pero debo reconocer que Murco, el primer whisky single malt de los Andes, fue una grata sorpresa.