Aunque aún hace mucho calor, el sol sigue radiante e intenso y nos ha tocado soportar una que otra lluvia hasta finales de abril, con el inicio de clases en los colegios, oficialmente la temporada de playa ha terminado. Quiero compartirles algunos lugares que vale la pena tener en cuenta si se animan a visitar la costa en los meses fríos de verano.

The Barn es una pastelería familiar que pertenece a Pia Vedoba, una guayaquileña que hace algunos años se radicó en la comuna de Ayampe (treinta minutos después de Olón, siguiendo al norte). Es el típico lugar playero al aire libre, informal, relajado y rodeado de vegetación, las mesas están en un patio junto a una poza con muchas plantas y flores. Invita a sentarse con un libro, un dulce y un espresso.

Hay varias alternativas de tortas y dulces, todas se nota que son supercaseras, me da la impresión de que las elaboran en la cocina de una casa común, además no las hacen en serie, o sea, se termina una torta y ya no hay más porciones hasta el otro día. El pie de manzana es un espectáculo, recordé el que hacía mi mamá en casa. Otro imperdible es el marmoleado de vainilla y chocolate, bañado de fudge de chocolate y nueces caramelizadas.

I Scream for Ice Cream (en español, yo grito por helado) es el curioso nombre de esta recién inaugurada heladería en Olón. Para su creación se juntaron la heladera italiana Dayana Arietto y los dueños del conocido restaurante Momo. Por un lado, la técnica y, por el otro, Johan y Anahí pusieron su creatividad, refinado paladar y olfato comercial (no hay otra heladería en la comuna) para armar un menú de helados con sabores diferentes.

Un Momo apasionado y caprichoso hace de las suyas en las tranquilas calles de Olón

Romeo y Julieta es una cremosa mezcla a base de queso camembert con mermelada de higos y nueces. Se siente como comer en un cono un crocante y untuoso dip frío de queso. El helado de chocolate ecuatoriano está en el límite de lo amargo y lo dulce, tiene un excelente manejo del azúcar lo que permite sentir el cacao en toda su expresión. Sugiero agregarle una pizca de sal gruesa al momento de servirlo, pienso que explotarían los sabores. Otro que probé y me gustó mucho fue el Frida Kahlo, sencilla pero bien lograda fusión de frutillas con agua de rosas. El topping de pétalos de rosas comestibles suma con textura y rico sabor.

Olón Espresso, una pequeñita cafetería que está llena de grandes sabores. Empezando por su café de especialidad, un blend de origen Jipijapa preparado especialmente para ellos en el que se combinan granos de café arábigo con diferentes procesos. Para preparar las extracciones usan una Simonelli, joya italiana de la tecnología cafetera. Me tomé el mejor espresso que he encontrado en la zona. De los dulces la tarta de lima está en un nivel superior. Aunque evidentemente no soy celiaco, probé las galletas de chocolate con almendras sin gluten, las más vendidas del lugar. Según me dijeron en la receta incluyen harina de almendras y además almendras molidas, esto hace que la textura sea inigualable. Una delicia.