De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la depresión es la primera causa de enfermedad y discapacidad en los adolescentes y el suicidio ocupa el tercer lugar entre las causas de mortalidad. Según varios estudios realizados, una de cada dos personas que desarrollan trastornos mentales presenta los primeros síntomas a los 14 años de edad. Si los adolescentes con problemas de salud mental reciben la atención que precisan, se pueden evitar muertes y un sufrimiento de por vida.

La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad de llevar a cabo actividades cotidianas. Puede haber cambios en el apetito y el sueño, fatiga, dificultad para concentrarse, sentimientos de inutilidad e incluso pensamientos suicidas.

La depresión en adolescentes puede ser causada por una variedad de factores. Los cambios hormonales, la preocupación por la imagen corporal, las presiones académicas, los problemas familiares y el acoso cibernético son solo algunas de las influencias que pueden desencadenar esta afección. La genética también desempeña un papel importante, ya que los adolescentes con antecedentes familiares de depresión tienen un mayor riesgo de desarrollarla.

Como padres, tenemos que estar alertas si observamos síntomas como estos:

  • Negatividad. Una percepción personal infravalorada, sentimientos de culpa, de autorreproche. Visión negativa de su vida y de la de los que lo rodean.
  • Aburrimiento. Una persona que está sufriendo de depresión ha perdido la capacidad de gozar la vida, de andar y de hablar con normalidad. No consigue sentir placer por nada.
  • Cansancio. La depresión es un succionador de las ganas de vivir, el adolescente tiene poca energía, su sueño no es reparador, siempre está cansado, agotado.
  • Descuido personal. Como el adolescente no se ve a sí mismo como una persona valiosa, pierde el interés en su aspecto personal, por lo tanto deja de hacer las tareas que implican cuidar de su cuerpo, de su higiene y de su entorno. Es frecuente que una persona deprimida viva en un ambiente desordenado.

¿Qué podemos hacer? La prevención de la depresión en adolescentes implica la promoción de la salud mental desde una edad temprana. Fomentar la comunicación abierta en el hogar, enseñar habilidades de afrontamiento y promover un ambiente de apoyo son estrategias importantes.

Recuerde que la depresión se puede superar si es atendida por profesionales adecuados en el campo de la salud mental. Si cree que un adolescente cercano a usted está en una situación como las descritas, ¡pida ayuda! (O)