Para quienes hemos pasado por una búsqueda de trabajo, sabremos que la frase -casi dogmática- del título suele ser la culminación de la primera entrevista. Es tan repetitiva que ya se utiliza irónicamente para enunciar la terminación unilateral de las comunicaciones. Sin embargo, su uso nos muestra que, por la continua exposición a la necesidad ajena, la selección de personal puede llegar a insensibilizar a quien la realiza.

Por este motivo, hoy levanto una crítica muy fuerte a la frecuente omisión de un paso totalmente necesario en estos procesos: la llamada de notificación a los que no fueron seleccionados. Es común observar que los encargados del proceso solo se contactan con los seleccionados para darles la buena noticia, mientras que a los demás los dejan en una especie de “limbo profesional”, pues estos no alcanzan a conocer si deben continuar esperando por un proceso que ya culminó. No encuentro una explicación lógica para omitir este paso, y todos los motivos que escucho no son más que intentos de justificar una disfrazada cobardía.

Sin embargo, la buena noticia es que se puede rediseñar esa interacción. Si el encargado del proceso de selección toma conciencia de su vocación de servicio y su orientación a las personas, fácilmente podría convertir esta llamada en un momento de desarrollo y esperanza. Conozco a una consultora -que se encarga de nuestros procesos de selección en Humane- que cierra el ciclo llamando a cada uno de los candidatos de la terna final, siendo una coach que les indica las razones por las que no fueron considerados, pero además diseña un camino para poder adquirir la habilidad que les faltó. Al final, los participantes terminan muy agradecidos por la sinceridad, el respeto y la acogida, pero además queda abierta una posibilidad de contacto posterior.

Asisto frecuentemente a congresos de innovación, y en estos he visto muchas soluciones informáticas basadas en inteligencia artificial que pueden realizar procesos de selección con una velocidad increíble. ¿Qué podría evitar que el encargado de la selección sea reemplazado por unas líneas de código? La respuesta está en su calidez, su asertividad y la comprensión humana que aún no puede ser reemplazada. Por eso, la persona de selección tiene una importante misión en las organizaciones, puesto que en sus manos se encuentran las mejores oportunidades de vivir nuestra valiosa humanidad hasta en los detalles más sencillos. (O)