Los llantos más sentidos que he vivido a lo largo de mi carrera como educadora han sido aquellos que expresaban un sentimiento de desaprobación, rechazo o desapego de los padres hacia sus hijas.
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Los llantos más sentidos que he vivido a lo largo de mi carrera como educadora han sido aquellos que expresaban un sentimiento de desaprobación, rechazo o desapego de los padres hacia sus hijas.
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