Petroecuador informó que, a las 02:30 de este 2 de marzo de 2023, la empresa inició el arranque de operaciones del poliducto Shushufindi – Quito, luego de culminar las tareas preventivas desarrolladas por técnicos de la estatal petrolera y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, para asegurar la tubería en el sector del río Marker, en la provincia de Napo.

De esta manera se va recuperando la normalidad en el transporte y producción de crudo ecuatoriano que vivió una crisis tras el colapso del puente del río Marker, en la zona del Reventador, lo que llevó a paralizar la actividad de los tres principales ductos del país: Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), en manos de Petroecuador; el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) en manos privadas y el Poliducto también en manos de Petroecuador.

La gerenta general (s) de Petroecuador, María Elisa Soledispa, indicó que el poliducto comenzó con el bombeo de gasolina base desde Sucumbíos hasta el Terminal El Beaterio en Quito y GLP para el Terminal Oyambaro.

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Explicó que al momento transporta aproximadamente 10.000 barriles de combustibles por día. Además, manifestó que se analizará el levantamiento de la declaratoria de Fuerza Mayor para las actividades de exploración y producción y exportación de petróleo, considerando que arrancó el encendido progresivo de los pozos ubicados en los campos de la Amazonía.

De esta manera, por parte de Petroecuador ya se reinició el miércoles el bombeo del SOTE y este jueves el del poliducto. Entre tanto, hace pocos minutos, la empresa OCP publicó un comunicado informando que la actividad del OCP está próxima a reanudarse para continuar prestando el servicio de transporte de crudo. También comentó que “las tareas se han desarrollado con normalidad sin generar daños ambientales”.

Este úlltimo comentario en referencia a una alerta que se generó en la mañana sobre un posible derrame en la zona. Sin embargo, se había tratado de un percance menor. Por la tarde, el Ministerio indicó que este 2 de marzo, mientras se realizaban maniobras encaminadas a restablecer la tubería de OCP, se registró una “ligera fuga de petróleo menor a un barril, propia de la reparación y montaje de tuberías, la cual se controló de manera inmediata”.

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De otro lado, Soledispa dijo que con la culminación de estas obras Petroecuador iniciará la construcción de las variantes: la octava para el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y la sexta para el Poliducto Shushufindi – Quito. El trabajo será coordinado conjuntamente con la empresa privada OCP Ecuador S. A. (que opera el OCP).

Al momento se analizan dos opciones para trabajar en las nuevas variantes: la primera, a 600 metros sobre el río Marker, y la segunda propuesta ubicada a 3,7 kilómetros en la parte superior para alejarse, en la medida de lo posible, del río y del volcán Reventador. La finalidad es contar con estas opciones emergentes hasta que se realice la variante definitiva.

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La estatal petrolera informó que continuará implementando medidas preventivas para precautelar la infraestructura del SOTE y del Poliducto en la zona del río Marker, y la erosión regresiva del río Coca, Quijos y sus afluentes.

En tanto, el ministro de Energía, Fernando Santos, indicó la mañana de este jueves 2 de marzo, en una entrevista con Radio Quito, que se está buscando una variante definitiva que aleje a los ductos de esta pesadilla de la erosión regresiva y de los problemas con los afluentes del río Coca. Explicó además que esta sería a través de un desvío que implicaría cambiar la ruta en 60 o 70 kilómetros de tubería. Esto requiere estudios e inversión, que significaría unos $ 200 millones tanto para SOTE, poliducto y OCP. De los dos primeros se haría cargo el Estado y del OCP, que está en manos privadas, la propia empresa.

Se prepara acuerdo por Coca Codo Sinclair

El ministro también informó en la entrevista que se espera para mediados de marzo que llegue al país una delegación de las empresas Sinohydro y China Power, para negociar una eventual entrega de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Esto, frente a las fallas y riesgos que existen en torno a este activo que le costó al país unos $ 3.000 millones. Esta central tiene fisuras en los distribuidores, que son fallas de fábrica y amenazas generadas por la propia erosión regresiva que podrá afectar a la zona de obras de captación. En este sentido, Santos dijo que la salida que se ha planteado es que las empresas se queden con la central y que ellos se encarguen de la reparación; además, que la central seguiría generando energía y cobraría una tarifa razonable por ella. (I)


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