Los científicos han encontrado fósforo, el más raro de los seis elementos de los que depende la vida tal como la conocemos, en Encélado, una pequeña luna de Saturno y uno de los lugares más probables en el sistema solar donde podría haber vida.

Para el hallazgo los expertos revisaron los datos enviados a casa por la nave espacial Cassini de la NASA hace casi 15 años. Dijeron que encontraron mucho fósforo en los géiseres de agua que rutinariamente explotan en el espacio desde esa luna, que está cubierta de hielo y alberga un enorme océano de agua líquida debajo de una corteza helada.

Los científicos han encontrado previamente otros componentes clave de la vida en el océano de la luna, incluidos el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el azufre y el oxígeno. Sin embargo, el fósforo, que se une a los azúcares para formar un esqueleto para las moléculas de ADN y también ayuda a reparar y mantener las membranas celulares, hasta ahora había eludido la detección.

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Los intrigantes nuevos hallazgos, publicados en Nature, estiman que las concentraciones de fósforo en Encélado son al menos 500 veces más altas que las concentraciones más altas conocidas en los océanos de la Tierra.

El descubrimiento, anunciado en un artículo publicado el miércoles (14 de junio), muestra que la luna helada, que ya era uno de los candidatos más candentes en la búsqueda de vida extraterrestre, ahora satisface “el requisito más estricto de habitabilidad”.

No encontramos vida o incluso algo que haya sido creado por la vida”, dijo al portal Space Frank Postberg, profesor de ciencias planetarias en la Freie Universität Berlin en Alemania que dirigió la investigación. “Acabamos de encontrar signos de algo que indica que la vida podría formarse allí bastante bien. Es solo un indicador de habitabilidad, y uno muy bueno e importante”, agregó.

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Si bien investigaciones anteriores basadas en modelos informáticos concluyeron que podría haber fósforo en Encélado, esta es la primera vez que el ingrediente crucial se detecta directamente en el material de los géiseres de esa luna.

Lo único que no es tan directo es que se encontraron sales de fosfato en el anillo E de Saturno, no en el penacho en sí”, Christopher Glein, científico planetario y geoquímico del Southwest Research Institute en Texas, quien es uno de los autores del nuevo estudio. “Pero sabemos que la pluma de Encélado alimenta el anillo E. No hay misterio allí”, agregó. (I)