La abuela Teofila Camungay Cabusas, de 84 años, fue incinerada viva por sus familiares al considerarla “pecadora” y sentir la necesidad de “purgar” sus pecados, según el informe oficial difundido por la prensa local.

El parricidio ocurrió en Balingasag, Filipinas. La anciana fue arrojada a una hoguera para cumplir con un ritual de la secta fundada por la familia, mientras ella desesperada no encontró alternativa más que gritar y llorar, hasta que sus vecinos la escucharon.

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Nietos queman viva a su abuela para “purgar” a la matriarca de “sus pecados”

Al menos 15 miembros de su familia están acusados por el asesinato de Teofila. Sus hijos declararon que el propósito del crimen era “purgar” a la matriarca de sus “pecados”, luego de que ella no quisiera unirse al grupo religioso de la familia, publicó The Mirror.

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Cresanto Ercilla, de 22 años, es nieto de la mujer y presunto líder de la secta. Los vecinos, quienes socorrieron a Teofila, aseguran que también la golpeó “por ser una pecadora”.

Sus vecinos al escuchar los gritos de la víctima, denunciaron a las autoridades y detuvieron el ritual. Además, contaron a los oficiales que los familiares bailaban alrededor del fuego mientras cantaban palabras inentendibles.

A pesar de que la mujer fue trasladada a urgencias, sucumbió a las quemaduras y a las cinco horas la declararon muerta.

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Las autoridades filipinas confirmaron que por el atroz crimen ya hay siete detenidos y buscan a otras cuatro personas que están prófugas.

La versión oficial añadió que, Teofila recibió una pensión días antes del asesinato y su familia no recibió dinero y creían que tenían derecho al monto, informó Teodoro de Oro, jefe de la Policía de Balingasag.

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Por otra parte, Cresanto aseguró que estaba poseído por el espíritu de Tomas Eugenio, difunto fundador de la Filipina Benevolente Christian Missionary (PBCM) a la que pertenecía la anciana y el espíritu le reveló que Teofila “era pecadora y responsable de las dificultades que estaban experimentando” en sus vidas. (I)

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