Juicio a Carlos Pólit: el perfil de un vistaforador aduanero y contralor que presumía de ‘combatir la corrupción’

Sus inicios laborales se remontan al finalizar los años setenta. Carlos Pólit Faggioni tenía 28 años, cuando “constataba los aforos físicos” de la mercancía que llegaba al puerto de Guayaquil, como ‘vistaforador’ del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). Durante casi una década (1979-1989) hizo ese trabajo y se capacitó en exportaciones aduaneras para asumir, cuatro años después (1993-1994), el rol de procurador tributario, cuya función principal era -detalla en su hoja de vida- “intervenir en la defensa de la institución”.

En ese tiempo, este abogado manabita -oriundo de Bahía Caráquez- se dedicó también al sector privado. Por veinte años (1987-2007) estuvo ligado a la inmobiliaria Polest, como socio y gerente de esta firma que ahora pertenece a dos de sus cinco hijos. Además, constituyó y fue presidente de otras cuatro empresas: En Tecnocarga, dedicada al servicio de agentes de aduanas desde 1991 y que pasó a manos de su cuñado Jorge Esteves en 1998, fue socio en sus inicios y la dirigió de 1994 a 1996; en la aerolínea Saeta tuvo acciones por menos de dos años (2001- 2003); en Adprisa, ligada al almacenamiento aduanero por diez años (1994- 2014), y en Polival Duty Free, cuyo local comercial funcionó en el aeropuerto (1994 -2012), figura como directivo por casi una década, hasta 2005, cuando su nombre ya tenía relevancia pública por los cargos que ostentó durante el gobierno de Lucio Gutiérrez (2003-2005).

Pólit saltó a la política de la mano del Partido Sociedad Patriótica (PSP) para sorpresa de algunos de sus allegados. Pese a que recibió y rechazó las propuestas del Partido Social Cristiano para algunas candidaturas, decidió apostar por el naciente movimiento populista de Gutiérrez durante su campaña presidencial, recuerda uno de sus amigos: “Demostró que tenía mucha visión y estrategia, porque entendió que prefería ser cabeza de ratón que cola de León”.

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Lucio Gutiérrez, exmandatario y actual asambleísta, asegura que la dirigencia provincial del PSP de Guayas le presentó a Pólit y por su “recomendación” aceptó la sugerencia de nombrarlo gobernador del Guayas (2003). Al poco tiempo, Pólit enfrentó cuestionamientos del exlegislador y primo del exmandatario Renán Borbúa por supuestamente “privilegiar” a personas de otros partidos para ocupar cargos públicos y no a integrantes de Sociedad Patriótica.

“La disposición que se le dio, especialmente como gobernador, fue que mantenga la paz, la tranquilidad, las mejores relaciones, tanto con movimientos sociales, culturales y también políticos, y eso se cumplió (...). No tengo quejas durante el desempeño de sus funciones, las cumplió a cabalidad, fue buen funcionario público, muy leal y muy eficiente”, destaca Gutiérrez de la gestión de Pólit, a quien le encargó solucionar las protestas registradas en algunas provincias cuando fue su ministro de Bienestar Social (2003). También fue su secretario general de la Administración (2003- 2005) y parlamentario andino suplente (2006).

Pólit, considerado por uno de sus amigos como ‘jovial, bromista, como diría (Rafael) Correa ‘muy simpático’, escaló enseguida a un nivel más alto con el nuevo gobierno entrante, alejándose del PSP y de las empresas que dirigía. El presidente Rafael Correa lo eligió de entre una terna enviada por el extinto Congreso Nacional y fue designado, en 2007, como contralor general del Estado. “La verdad es que el contralor Pólit tenía un CV (hoja de vida) impresionante, incluyendo representaciones a nivel mundial”, apuntó Correa años más tarde (2017).

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Abogado con una maestría en Derechos Fundamentales y Justicia Constitucional, Pólit estuvo frente de la Contraloría durante los diez años (2007-2017) del régimen correísta, tras ser reelegido en 2012 por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), representado mayoritariamente por profesionales afines al gobierno. En ese lapso tuvo, también, representaciones internacionales como presidente de la Junta de Auditores Externos de la Organización de Estados Americanos (2013-2019) y de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores Intosai (2010-2012).

Durante su gestión, Pólit aseguró -en una entrevista con este Diario en 2017- que la Contraloría ‘combatió’ la corrupción al entregar más de 2.200 informes con indicios de responsabilidad penal a la Fiscalía. El último año de labores, según su rendición de cuentas 2016, aprobó 3.420 informes generales de auditoría, remitió 265 informes con indicios de responsabilidad penal, predeterminó responsabilidades civiles por más de $ 1.400 millones y sanciones administrativas por $ 16,9 millones. En algunas auditorías se expusieron irregularidades en los ‘gastos especializados’ de la extinta Senain; los recursos destinados a las sabatinas del régimen correísta; el manejo de los fondos públicos para la reconstrucción de las provincias afectadas por el terremoto del 2016; y en una serie de contrataciones públicas, como la construcción del proyecto hidroeléctrico San Francisco.

En esta última obra, la Contraloría determinó 34 glosas en contra del proveedor, consorcio Norberto Odebrecht, por un total $ 70,6 millones. No obstante, estas obligaciones se eliminaron ‘sistemáticamente’ a cambio de un primer soborno de $ 6 millones entregado a Carlos Pólit, según las confesiones de exfuncionarios de la constructora brasileña, que en diciembre de 2016 reconocieron coimar a altos funcionarios de varios países de Lationamérica para recibir ‘favores’.

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Así, el escandaloso caso Odebrecht sacudió al país, despabiló a las autoridades locales y se iniciaron las investigaciones. Grabaciones, testimonios, registros digitales y otros indicios se fueron sumando en el proceso judicial hasta que cinco meses después, el 2 de junio de 2017, se dispuso allanar las propiedades de los presuntos involucrados, entre ellos el contralor Carlos Pólit. Pero era tarde, él ya no estaba en Ecuador.

Una semana antes de esa diligencia, el 26 de mayo, había recibido licencia laboral por un tema de salud. “Tenía un problema en el corazón, se iba hacer un tratamiento en Estados Unidos”, recuerda uno de los colaboradores cercanos al excontralor, quien escondía en su domicilio -según un informe policial- $ 15.000 euros en un armario, joyas, relojes de marca Rolex y Cartier, una obra de arte y otras pertenencias.

Ni la casa ni esos bienes fueron parte de su última declaración patrimonial presentada ante Contraloría (2017). Sus activos y patrimonio ascendían a $ 176.957,63, monto que incluía dinero en cuentas bancarias locales y en Estados Unidos, un terreno en Guayas y una suite en Pichincha. Su familia, en cambio, sumaba $ 15 millones en bienes en Estados Unidos.

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A los pocos días del allanamiento y desde Miami, Pólit renunció al cargo de contralor. Han transcurrido cerca de siete años y aún no ha regresado. En su ausencia, la justicia ecuatoriana lo sentenció a seis años de prisión y a pagar una compensación de $ 40 millones por el delito de concusión, luego de comprobarse que recibió $ 10 millones en sobornos de la constructora Odebrecht para eliminar glosas ($ 70 millones) en su contra y para no emitir nuevas multas por las obras que el Gobierno les adjudicó por $ 1.600 millones.

A sus 73 años, este jurista enfrenta desde el 9 de abril un juicio en Estados Unidos por presunto lavado de activos y otros cinco cargos penales, ligado a las coimas registradas en los casos Odebrecht y Seguros Sucre, que ascienden a $ 12,5 millones. Casi la totalidad de este monto ($ 12 millones) los habría aceptado Pólit entre 2010 y 2015, de acuerdo con el testimonio del exejecutivo de la contratista José Conceição Santos. Mientras que los restante $ 500.000 supuestamente llegaron a sus manos en 2015 para influenciar en la aseguradora a favor de una empresa.

“En mi vida he recibido un centavo de nadie y peor de esa empresa corrupta de la que yo emití informes con responsabilidad penal y glosas”, expuso Pólit, en una entrevista con este Diario (2017), y explicó sobre las reuniones que mantuvo con uno de los directivos de Odebrecht: “Recibía a todos (los) que querían dar sus descargos. Mi relación con este delator era de cortesía, como fue con muchos que estuvieron en mi despacho o en mi casa de Guayaquil”.

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Para el exfiscal general del Estado, Carlos Baca, la administración de Carlos Pólit fue ‘nefasta’: “Dejó hacer y dejó pasar”, hizo la de “fontanero con gente que tenía rabo de paja” y “tapó las grandes pillerías”, criticó en una entrevista radial, en 2018. Ese año, a la televisora CNN, el excontralor afirmó sentirse ‘perseguido total’.

En un intento por defender su nombre, en su cuenta de X, Pólit señaló: “Nadie habla de los $ 460 millones señalados por la Contraloría en 2016 como perjuicio al IESS por los pacientes derivados a clínicas privadas...”, en 2019. Cuatro años más tarde (2023) retomó este tema al decir: “Durante el periodo de Pablo Celi se desvanece más de 460 millones de dólares de los prestadores privados de salud (clínicas privadas de Guayaquil) en perjuicio para el IESS”.

En los pasillos de la Contraloría, sus excolaboradores tienen percepciones diferentes de él. “Era terrible, él obligaba a que cambien los informes o le mandaban sacando a los auditores con pase a otras provincias”, dice un funcionario, que prefiere la reserva de su nombre. Mientras que de sus excolegas asegura no haber visto ni escuchado nada sospechoso: “trabajaba directamente con cada director y a puerta cerrada, y cuando tenía que llamar la atención lo hacía, pero con mucho control, nada de groserías”.

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Con ‘sorpresa’ y ‘tristeza’, aseguran, siguieron las noticias sobre su arresto en Estados Unidos, en marzo de 2022. La justicia americana lo mantuvo detenido por casi dos meses, hasta mayo, cuando se reemplazó la prisión por arresto domiciliario luego de que su familia cubriera una fianza de $ 14 millones para que se defendiera en libertad. Tres de sus cinco hijos presentaron respaldos de trece propiedades valoradas en $ 11,7 millones; y quince familiares más firmaron una garantía por un total de $ 14 millones.

“Pero la base de su fortuna no está en la política, ya que yo lo conocí en el año 93 y ya era millonario, literal, a tal punto que realizaba donaciones a uno de los partidos políticos de USA y al Comité Olímpico Americano”, refiere un amigo de Carlos Pólit, excontralor que también fue director de la Autoridad Portuaria de Guayaquil (2003- 2005) y notario en Estados Unidos.

Pólit, quien por su ausencia en el país no ha podido ser juzgado por supuesta asociación ilícita en el mismo caso Odebrecht, no ha emitido comentarios en sus redes sobre la causa de lavado de activos que se sigue en su contra en Estados Unidos. Su actividad en X se centra en repostear casi a diario noticias y frases, como “nadie es más odiado que el que dice la verdad” y “confío en mí mismo”, las cuales reprodujo el 9 y 11 de abril, durante los primeros días de su juicio en Estados Unidos.

Mientras que en Ecuador, el legislador Lucio Gutiérrez asegura haberle enviado con terceras personas una recomendación, que espera que haya llegado a sus oídos: “Que diga todo lo que conoce, que no tape absolutamente nada ni a nadie”.