La posibilidad de los países de declarar “persona non grata” para expulsar a ciertas personalidades diplomáticas está establecida en el artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que data del 18 de abril de 1961. En los últimos tres gobiernos, un total de seis personas han recibido esta declaratoria debido a determinados impases políticos entre Estados.