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Todas las semanas, los ministros de Estado deben presentarle al presidente Daniel Noboa su informe de avance de metas. Foto de Archivo

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Ser joven y venir del mundo empresarial le dan a Daniel Noboa Azín una mirada pragmática de la gestión pública, coinciden algunos de sus ministros de Estado.

Por ello es que el mandatario ejerce mucha presión sobre sus colaboradores para que se concreten acciones y cambios, según él mismo admitió en la entrevista que le dio al canal público EcuadorTV, el pasado 6 de diciembre, y con ese fin ha buscado una manera de evaluarlos constantemente.

Los ministros de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld; de Inclusión Económica y Social, Zaida Rovira; de Trabajo, Ivonne Núñez; y de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, confirmaron a EL UNIVERSO que desde la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades) se implementó una medición de los avances en sus planes de trabajo con la metodología de los llamados KPI (que son las siglas en inglés de Key Performance Indicators) o Indicadores Clave de Desempeño.

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La canciller contó que en las primeras dos semanas de gobierno, Senplades trabajó con todo el gabinete para establecer sus proyectos prioritarios, resumidos en números o indicadores, que tenían que ser cuantificables y medibles en un determinado tiempo, y con los respectivos recursos económicos, y que debían estar alineados “al programa de gobierno que es, finalmente, la promesa de campaña” de Noboa.

“Todo esto es un ejercicio intenso no solo por el poco tiempo que se tiene si no por las urgencias de los ecuatorianos... También hay un sistema informático que va a ayudar al presidente y al gabinete en pleno a mirar cómo se van cumpliendo las métricas que cada uno se puso”, explicó Sommerfeld.

En el caso de esta ministra, sus KPI medirán, por ejemplo, el trabajo de las misiones diplomáticas en el exterior y la capacidad de gestión de recursos de la cooperación internacional.

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“En el primer día, el presidente nos sentó en el gabinete y nos dijo: ‘quiero sus KPI, sus metas, y mecanismos de medición’; él tiene el suyo, y nos convoca cada semana para revisar los avances. Cada ministerio tiene acompañamiento, seguimiento, no es que cada uno tiene su agenda individual, es la agenda del presidente. Él es muy dinámico, no tenemos discursos de horas, sino que vamos directo al plan, metas, medición, y se fija fecha de la próxima reunión”, relató, por su lado, la ministra Rovira, quien se fijó como principal objetivo para el año y medio de gobierno incluir a 17.000 niños más a los Centros de Desarrollo Integral (CDI), con lo que se alcanzaría a cubrir a 100.000.

En el Ministerio de Trabajo, en tanto, “se ha emprendido una campaña incesante de cumplimiento de todas las responsabilidades administrativas y legales que tenemos represadas por más de un año, con la aprobación de reglamentos, constitución de comités de empresas, firma de contratos colectivos... así que en menos de quince días pudimos solventar todo esto, y en la política pública laboral estamos cumpliendo con las metas impuestas por el señor presidente, como la definición del salario básico unificado a partir del 1 de enero del 2024, que fue trabajado con el Ministerio de Economía y Finanzas, y la reducción del trabajo infantil del 8 % que existe en la actualidad al 5 %”, según Núñez, quien agregó que todos los lunes los secretarios de Estado deben enviarle a Noboa un informe con el resumen de las acciones semanales.

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Mientras que los KPI del ministro Luque están “enfocados en mejorar y mantener la infraestructura vial del país; identificar y reparar puntos críticos fue otra de las metas. Y, obviamente, debemos atar esos KPI a los fondos presupuestarios que tenemos disponibles”.

George Saavedra y Grecia Logroño, quienes son consultores en Recursos Humanos, explicaron que los indicadores de desempeño son formas de medir si una institución o una persona están logrando sus objetivos estratégicos, y si están manejando de forma transparente los recursos asignados. Tradicionalmente se los ha aplicado en las empresas privadas, pero las entidades públicas ya los están usando.

Logroño expresa que, para que sean realmente útiles, los KPI deben reunir una serie de características. “Tienen que ser ‘SMART’: Specific, Measurable, Attainable, Relevant y Time-Bound (por sus siglas en inglés) o sea Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y Limitado en el Tiempo”, dice.

La experta destaca que el Gobierno quiera aplicar esta metodología con sus ministros de Estado. “Es importante que en el sector público se cambie el chip de que no se puede ser efectivos, eficientes y lograr objetivos en un tiempo determinado... Hay que mencionar que los objetivos se logran en equipo y a pesar de que se implementen los KPI será necesario también contar con personas comprometidas en los ministerios para cumplir con las metas planteadas... El desafío de sus ministros será definir KPI que cumplan la característica SMART y sobre todo analizar lo más urgente que se debe atender en cada cartera de Estado. Lo que no se mide no se puede mejorar”, comentó.

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Algunos ejemplos de indicadores en la gestión pública, cita Saavedra, son la tasa de pobreza, ingreso promedio de los hogares, porcentaje de ciudadanos con nivel de escolaridad, la deuda per cápita, la calificación de satisfacción del transporte público o de servicios básicos y otros.

“Si estos no se cumplen hay que tomar correctivos en la gestión pública o ajustarlos a metas más realizables”, dijo el experto. (I)

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