En la parroquia Calacalí sus más de 4.000 electores irán nuevamente a las urnas para repetir la elección de cinco vocales de la Junta Parroquial, después de que el voto nulo ganó en las últimas elecciones seccionales del 5 de febrero. Sin embargo, este pronunciamiento popular no fue un voto de rechazo a la falta de respuesta de las autoridades a sus necesidades cotidianas; al contrario, este hecho tuvo origen en un conflicto derivado de dos partidos políticos que formaron una alianza electoral que la rompieron porque no pudieron ponerse de acuerdo para seleccionar a sus candidatos.

Reconocida por la producción de choclo y por ser la tierra en donde nació la cantante de pasillos Carlota Jarramillo, la parroquia Calacalí se ha convertido en noticia porque será la primera jurisdicción del Ecuador que sentará un precedente político y legal de como repetir un proceso electoral tras ganar el voto nulo.

Es una de 33 parroquias rurales de Quito, ubicada al noroccidente de la provincia de Pichincha y en ella 4.425 electores serán convocados a las urnas el 8 de octubre de 2023 para elegir a cinco vocales de la Junta Parroquial, una vez que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) declaró la nulidad de las elecciones sobre esta dignidad.

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Ello porque tras la suma de los votos de las tres organizaciones políticas y una alianza que participaron con candidatos para vocales parroquiales alcanzaron 1.806 votos válidos frente a 1.882 votos nulos, con lo que los votos nulos superaron al total de votos válidos.

Esos resultados produjeron que el TCE ordene al Consejo Nacional Electoral (CNE) que repita el proceso desde la etapa de democracia interna, con la elección de candidatos, produciéndose por primera vez este escenario y que demandará un presupuesto estatal que sobrepasa los $ 700.000.

CALACALÍ, Pichincha (28-04-2023).- Los moradores de Calacalí irán de nuevo a las urnas el próximo 8 de octubre. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

En la cotidianidad, los habitantes de Calacalí resienten la negligencia de sus representantes políticos a dar soluciones a la escasez de agua potable, pues sin previo aviso hay cortes de agua diarios y gozan de ella solo por un par de horas.

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Por sus calles deambulan perros abandonados que forman jaurías asustando a sus habitantes y turistas; a lo que suma la concentración de olores “nauseabundos” que provienen de los desechos de las grandes industrias ubicadas a la entrada de la parroquia que se unen en el alcantarillado y se cuelan en los espacios públicos, en las casas, en locales comerciales. “No hay lugar en donde ese olor horrible no esté”, lamenta Madeleine, de 20 años, una de sus pobladoras.

Pero estos problemas no motivaron el rechazo popular en estos comicios. El origen de este hecho inédito en el Ecuador fueron las disputas internas entre dos partidos políticos que no llegaron a acuerdos en la definición de sus candidatos y rompieron una alianza que habían pactado y se quedaron sin participar.

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Durante la inscripción de candidaturas para las elecciones seccionales de febrero de 2023, el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) y el partido Sociedad Unida Más Acción (SUMA) inscribieron una alianza llamada UIO que la rompieron porque los candidatos de una tienda política rechazaron los que postuló la otra.

El PSE postuló como cabeza de lista a Ángel Pallo y SUMA a Ángel Silva y al momento de inscribirla se destaparon los desacuerdos y desconocieron esa coalición.

Los dos partidos intentaron inscribir cada una por su lado a sus candidatos, pero la Junta Provincial Electoral de Pichincha les recordó que había una alianza en firme que no podía diluirse y la decisión fue descalificar las listas.

Fue entonces que activistas y habitantes de Calacalí, con el respaldo del Partido Socialista, encaminaron en la campaña electoral el eslogan ‘Por mi derecho a elegir y a ser elegidos, Mi voto es nulo’.

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Concentraciones en el parque central de Calacalí con banderas blancas con el mensaje ‘Mi voto es nulo’, caravanas, campañas puerta a puerta, mensajes en redes sociales y en reuniones entre los habitantes se les explicaba que “si no les convencía ningún candidato, el Código de la Democracia establece en su artículo 147 numeral 3 la nulidad de las elecciones cuando los votos nulos superen a los válidos”.

Se convocaba a marcar las papeletas de Junta Parroquial marcando una X en contra de todos los candidatos que estaban inscritos para así anular el voto.

Este mensaje caló en la ciudadanía, que en los últimos diez años ha respaldado como representantes del gobierno parroquial a candidatos electos por el PSE.

“Hubo mucha controversia e incentivaron el voto nulo porque los candidatos pertenecían a dos listas distintas y no pudieron participar porque no quisieron unirse. Luego empezaron la campaña por el voto nulo y decían a las personas que tienen que votar nulo con mensajes confusos, ni siquiera había cómo debatirles esas ideas”, cuestionó Johanna, una comerciante calacaleña de 26 años.

En Calacalí se promocionó el voto nulo para exigir la participación de los candidatos de una alianza electoral que se rompió por la falta de acuerdos internos. Foto: Cortesía, tomada de Facebook. Foto: Cortesia

¿Esta disputa entre precandidatos fue un error de los dos partidos políticos por haber roto la alianza? “No podría decir que fue un error, sino que hay un vacío legal”, justificó Andrés Campaña, concejal electo de Quito por la alianza UIO y activista del PSE.

“Nosotros definimos que íbamos a participar en alianza, pero luego se determinó que en el caso específico de Calacalí se iba a participar por candidaturas en listas diferentes, pero ni el Código de la Democracia ni el reglamento contempla que se pueda disolver la alianza y entonces hay un vacío que debería ser regulado. Las dos organizaciones se pusieron de acuerdo para participar en listas separadas, lastimosamente el CNE no compartía este criterio”, indicó Campaña, quien confirmó que el PSE fue uno de los actores que “promocionó el voto nulo” porque no pudieron participar sus candidatos.

Sin embargo, el Código de la Democracia en su artículo 325 permite que dos o más organizaciones políticas de cualquier tipo puedan formar alianzas conforme a sus normas internas. A su vez, el reglamento de alianzas emitido por el Consejo Nacional Electoral determina que “las organizaciones políticas que integran la alianza electoral no podrán presentar de manera independiente candidaturas para dignidades en los casos en que se obligaron a participar aliados, sino que deberán hacerlo en el acuerdo de alianza suscrito por los representantes de todos los aliados o el procurador común”.

De su lado, Daniel Jácome, presidente de SUMA Pichincha, refirió que la alianza UIO entre los dos partidos se firmó y después “no les gustó y optaron por salirse e ir por su lado, rompieron la alianza y cada uno inscribió sus listas y las autoridades electorales las descalificaron. Lamentablemente uno piensa que cuando se agota el diálogo habría un acuerdo, pero no fue así. Ahora la ciudadanía decidió votar nulo, aunque teníamos que haber respetado el acuerdo no se lo hizo y las dos listas fueron descalificadas”, reflexionó el directivo.

El teniente político de Calacalí, Juan Morocho, vio de cerca como se desarrolló este conflicto, que no estuvo libre de roces entre los simpatizantes de cada grupo político, por los que fue llamado a intervenir para apaciguar los ánimos.

Relató que las diferencias internas llevaron a promover el voto nulo, que a su criterio surgió por el desconocimiento de las normas.

“Los dos partidos habían hecho una alianza, pero al parecer sus bases la desconocían. Cuentan que se había intentado imponer candidatos, pero, finalmente esto se debió a un desconocimiento de las normas, porque no se informaron de que no se podía ir en listas separadas porque había una alianza de por medio que no se podía romper”, anotó Morocho.

Al momento, el CNE notificó a las organizaciones políticas de que está en curso la etapa de democracia interna, en la que podrán escoger sus precandidatos a las vocalías de la Junta Parroquial hasta el 10 de mayo, según los plazos determinados en el calendario electoral.

El Tribunal Contencioso Electoral, en su fallo de declaratoria de la nulidad de las elecciones, determinó “inoficioso y contrario a la voluntad popular” que se disponga un proceso electoral en el que se inscriban las “mismas candidaturas que fueron rechazadas” por lo que “se debe colegir que los votantes requieren contar con candidatos que atiendan sus necesidades de representación”.

Es por ello que no prohibió que los partidos y movimientos que decidan participar presenten a los mismos candidatos, pero hizo un llamado a que las candidaturas provengan de procesos de democracia interna, así como los planes de trabajo respondan a las necesidades de la población de Calacalí “para que sus ciudadanos se sientan representados y puedan optar por una opción que no sea el rechazo”.

El organismo no observó en la sentencia, dictada el 14 de abril, la disputa suscitada entre estos dos partidos políticos, pero reflexiona sobre las implicaciones del voto nulo y blanco como aquella que está asociada a la abstención tradicional.

Haciendo referencia a expertos en el tema se menciona que es también la “abstención activa” o “abstención participante’ que es equivalente a no dar el voto a ninguna de las candidaturas a elegir y que se expresa en la “emisión de un voto de protesta”.

En todo caso, los habitantes de Calacalí seguirán a la espera de soluciones a sus problemas de falta de agua y de convivir con los olores de las alcantarillas, mientras el Consejo Nacional Electoral desarrolla un nuevo proceso que demandará un presupuesto del Estado de $ 702.476. (I)

CALACALÍ, Pichincha (28-04-2023).- Varias industrias operan alrededor de Calacalí. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo