Es un tema difícil el de la juventud y las drogas en el área rural y urbana, es una problemática que nos atañe a todas las familias del país.

Estudiante universitaria lidera campaña para reducir la deserción escolar provocada por la adicción

Con mucha tristeza y nostalgia vemos que gran cantidad de jóvenes deambulan por las calles y están por malos caminos, un sendero que no tiene retorno y que cada día se hunden más y más. Estos resultados son la herencia de lo que han dejado los políticos y ellos no dan respuesta a esta realidad.

500 pruebas para detectar consumo de fentanilo llegarán a Guayaquil en dos semanas

Este mal de la sociedad no se combate con más fuerza pública, recordemos que la fuerza engendra fuerza. Esto se enfrenta conociendo los orígenes, las causas, los pormenores de la problemática y mejorándolo con medidas sociales. También sabemos que este mal social no lo vamos a sanar de la noche a la mañana, tenemos que tomar medidas a corto, mediano y largo plazo. El Estado tiene que buscar la asesoría de expertos en psiquiatría, psicología, sociología, abogacía, maestros especializados y otros profesionales, caso contrario esto va a costar un precio muy alto. Sin embargo, el Estado junto a las familias debemos afrontarlo reformulando nuestra sociedad con base en estos lineamientos:

Publicidad

Pruebas para detectar fentanilo llegaron a Guayaquil y serán distribuidas para detectar consumo en pacientes

Primero, reformar la Constitución, Código de Menores, Código Penal, Ley de educación. Segundo, brindar más atención a los hijos en el hogar educando con valores. Tercero, crear planes sociales en ciencias, deportes, artes plásticas, diversiones, recreaciones y viajes turísticos, para que los jóvenes mantengan su mente ocupada. Cuarto, crear fuentes de trabajo en las tierras comunales, con regadíos cultivarlas. Quinto, capacitar a la juventud en las diversas áreas de la actividad económica con carreras cortas en agricultura y reactivando la microempresa con créditos. Sexto, construir hospitales con diferentes especialidades para tratar jóvenes con adicciones. Séptimo, crear centros de entrenamiento para mano de obra juvenil. Octavo, construir universidades que tengan modalidades de estudio presencial y a distancia. Y finalmente, crear centros de acopio de productos agrícolas para distribuirlos en las grandes ciudades.

Así es correcta la cura a este mal sociológico. (O)

Francisco Marcos Anastacio Valarezo, profesor, Progreso