Tuve el honor de asistir a la despedida del embajador de la Unión Europea ante Ecuador, Charles-Michel Geurts, al cumplir cuatro años de una muy exitosa misión diplomática en el país.

Mientras la sociedad ecuatoriana, a todos los niveles, se golpea el pecho y proclama su decepción diaria con nuestro país, fue un gran aliciente escuchar de este experimentado diplomático, miembro de un servicio exterior profesional, decir: “En la Unión Europea sí creemos en Ecuador”. Dijo en esa ocasión: “Esta fe en el país no solo es basada en la historia, cultura y valores comunes –democracia, derechos humanos, Estado de derecho–, sino sobre la admiración que tenemos por Ecuador, por su resiliencia alimentada por sus propios recursos internos. Ecuador me parece fallar con su legendaria modestia. Merece su autoestima y la estima de sus socios internacionales, que están aquí solo para apoyar al país, acompañando la propia energía y responsabilidad del Ecuador”.

El embajador destacó tres fortalezas que le han permitido al Ecuador superar varios obstáculos, desde la pandemia hasta la reciente crisis energética:

1. La resiliencia de su democracia y gobernanza al usar los mecanismos legales para sobrepasar los retos. Al respecto, basta ver lo que pasa en Venezuela para estar honrados de que pese a nuestras discrepancias y al deporte nacional de provocar incidentes políticos sin sustento, la democracia ecuatoriana ha logrado sortear los problemas de gobernanza. Es obvio que debe perfeccionarse y buscar un rumbo que tenga cada vez más la legítima representación del pueblo ecuatoriano y vele por los altos intereses nacionales. Dejemos de mirar por el retrovisor de la historia para definir comportamientos y acciones futuras. El mundo avanza a un ritmo frenético y nosotros, en vez de buscar acuerdos nacionales para enfrentar los retos del mundo, asistimos a diario a peleas pueriles.

2. El embajador Geurts también se refirió a la resiliencia del sector privado que, a pesar de las crisis, ha seguido innovando, produciendo y exportando cada año más, aprovechando el acuerdo comercial tan exitoso que nos une ya por siete años. Es un tema factual. Las cifras nos dicen de un aumento del 50 % de las exportaciones ecuatorianas a la Unión Europea.

3. La resiliencia de la sociedad civil. El embajador Geurts dijo que el Ecuador tiene la gran suerte de contar con una sociedad vibrante, experta en todas las causas que defiende, apoyando a los grupos vulnerables, a la cohesión y al diálogo social.

Esas tres resiliencias que el embajador Geurts mencionó me hacen reflexionar en que debemos emprender una gran campaña nacional de revalorización de la patria y de sus ciudadanos, muchas veces hundidos en un sentimiento de frustración y deseo de lograr ser lo que verdaderamente somos como nación.

Tenemos retos importantes nacionales e internacionales, y somos capaces de enfrentarlos si llegamos a los acuerdos comunes mínimos para una gobernanza que sean de largo alcance y que tengan visión de un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. (O)