Los científicos, basados en previsiones técnicas, advirtieron el año pasado que los gobiernos locales, principalmente, se preparen para el último trimestre por el impacto de las lluvias por el fenómeno de El Niño. No se sabía si sería leve, moderado o fuerte, pero su presencia era inevitable.

A casi $ 15 millones ascienden las contrataciones de la Prefectura del Guayas para enfrentar etapa invernal

A fines del 2023 no hubo una presencia fuerte, pero este año comenzaron intensas lluvias, que han dejado inundaciones, deslizamientos de tierra, destrucción de vías, que continúan y que han impactado duramente en varios cantones, especialmente del litoral y del centro y norte del país. Esto ha causado serios estragos, daños, destrucción y víctimas, con la amenaza de enfermedades propias de la secuela de este evento natural.

En un mes llegarían 300 toneladas de acero para instalar puentes Bailey en Guayas, las otras 700 toneladas contratadas se entregarán al finalizar el invierno

Las lluvias de mayor intensidad y frecuencia en la región costa se estima que irían hasta marzo, lo que significa que falta por ocurrir. Las inundaciones desnudan la fragilidad ante lluvias intensas y frecuentes, que en tiempo de cambio climático se debe aprender de las tristes experiencias y prepararse para los próximos fenómenos de El Niño que ocurrirán en el resto del siglo XXI y para adaptarse en los periodos en que ocurran eventos extraordinarios.

Cómo es posible que hayan sido tan ineficientes para solucionar por décadas problemas locales...

El impacto de este fenómeno natural puso otra prueba de fuego para la institucionalidad. Se advirtió que es un problema de todos que obligaba a la unidad y la concienciación del problema, con liderazgo de las autoridades locales y la adopción de las medidas de prevención, tan fundamentales y que poca importancia se suele dar.

El Gobierno nacional, la Secretaría de Gestión de Riesgos y las instituciones de la fuerza pública presentaron a mediados del año pasado el Plan de Acción. Esto obligaba a todas las instituciones, públicas y privadas, nacionales y gobiernos seccionales, civiles y militares, a prepararse y priorizar las acciones de prevención y preparación para la respuesta oportuna y luego la mitigación por el impacto que deje. Los estudios inicialmente estimaban que al menos un centenar de los 221 municipios serían afectados, pero no todos hacen gestión de riesgos a plenitud.

Ecuador vive la típica estación invernal y las lluvias seguirán, pero no está asociada al fenómeno El Niño

Penosamente, los gobiernos autónomos descentralizados, en su mayoría y de manera especial en la costa, viven otra realidad y pese a la advertencia debieron prepararse oportunamente. Sin embargo, la principal queja era la demanda de más recursos, que son necesarios, pero sin reparar que el mayor problema es por la desorganización, mala gestión administrativa y calidad del gasto.

Comité Erfen advierte que en febrero y marzo habrá lluvias de variable intensidad en Litoral y Galápagos, estas serán las provincias más afectadas

Hoy se observa la misma realidad del pasado. Cómo es posible que hayan sido tan ineficientes para solucionar por décadas problemas locales como la falta de alcantarillado, pésimos servicios básicos y sanitarios, mala gestión en la recolección de la basura, deficiencia en la dotación del agua potable, mantenimiento de sus vías. A pesar de contar con fuentes de recursos hídricos y los tendidos de tubería, hasta hoy no existe un servicio permanente del líquido vital. Esta ineficiencia se evidencia con mayor acento en cantones de Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, entre otros, en donde se observa la negligencia e inoperancia por décadas en la solución de los problemas de los servicios básicos y sanitarios. (O)