En el referéndum se rechazó el trabajo por horas y contratos a plazo. Las “mejores” votaciones (65% o un poco menos): Esmeraldas, Loja, Pastaza, Tungurahua, Galápagos. Las “peores” (78 % o más): Cotopaxi, Sucumbíos, Orellana. Ojo, el SÍ gana en el exterior (6% en EE. UU.): la gente que deja el país está dispuesta a mucho esfuerzo para salir adelante en la vida… y en general lo logra.

Mala noticia para un mercado laboral bastante malo. La población económicamente activa, PEA (los que trabajan o buscan activamente trabajo), somos más o menos 8,5 millones. Los empleos adecuados (al menos 40 horas semanales y salario básico), apenas el 30 %. Casi 1 millón de personas con empleos no remunerados (voluntarios, aprendices y familiares que ayudan en los negocios). Más de 1 millón y medio en subempleo: no alcanzan las 40 horas o el básico aunque quisieran mejores condiciones. Sorprendentemente, casi 2 millones y medio en el llamado “otro empleo no pleno”: personas que no alcanzan las 40 horas o el básico, pero no tienen interés en mejorar su situación (¿no es sorprendente?). Y 350.000 personas en el desempleo, 4 % de la PEA, una de las tasas más bajas del mundo: los ecuatorianos nos esforzamos por trabajar en algo aunque sea mínimo y, sobre todo, porque la metodología de cálculo laboral es más estricta en otros países.

Promoción de inversiones y empleo: para no bajar los brazos

¿Cómo puede mejorar el empleo? Por un lado, con más crecimiento, lo cual es de sentido común: con más actividad económica hay más empleos. Pero la relación no es 1 a 1; usted lo sabe: si su negocio crece un poco no contrata más gente, se organiza para hacerlo con los mismos empleados; hay que crecer más para contratar más. A nivel macroeconómico, eso implica que con un crecimiento del 2 % no aumenta el empleo, con un crecimiento del 3,5 % se logra dar empleo a los nuevos entrantes al mercado, y recién por encima del 4-4,5 % se mejora el empleo de todos. El Ecuador ha crecido en tendencia en los últimos 50 años alrededor del 3,5 % anual y desde 2015 alrededor del 2 %. Por eso un mercado laboral malo. Objetivo: crecer por encima del 4-4,5 %, lo cual no es ni fácil ni milagroso y requiere ir armando muchas piezas de un mejor rompecabezas: seguridad jurídica, educación y salud, más liberalismo, seguridad social, un Gobierno más pequeño y eficiente, seguridad física, menos corrupción, inversión, más apertura al mundo, mejores comportamientos de todos nosotros, etc.

Albino y el gas natural del golfo

Por otro lado, lo que unos llaman “flexibilidad laboral” y yo “adaptación”, no por cambiar las palabras, sino porque debemos realmente adaptar mejor unas a otras las necesidades de los trabajadores y empresarios, y no solo mirarse antagónicamente: “Los unos son unos vagos; los otros, unos abusivos”. Es fundamental como sociedad eliminar esos esquemas mentales nefastos. “Adaptar” implica el trabajo por horas, los contratos a plazos, poder repartir mejor los horarios en la semana y durante el día sin costos extras, esquemas salariales especiales para los jóvenes (la formación se debe contabilizar como un ingreso adicional), mejor capacitación para transitar entre empleos, mayor productividad que genera mejores salarios... ¡Todo a favor de las dos partes y de los que no tienen buenos empleos! Dejamos pasar una sensata oportunidad. (O)