El día que escribo hay elecciones en mi tierra natal, Uruguay. Unas elecciones aburridas al decir de muchos, porque los candidatos más opcionados, de ideologías diferentes, saben y han expresado que respetarán la institucionalidad y las grandes líneas de lo que funciona en el país. No es borra y va de nuevo, sino mejoremos lo que funciona y aportemos decisiones y ejecución en lo por hacer. Mientras, el gigante del norte se prepara para lo mismo con propuestas divergentes y polarizadas, pero solo dos candidatos, no una docena como nosotros.