Todos hemos escuchado la famosa frase “eres lo que comes”, pero ¿qué tan cierto es? Desde un punto de vista químico biológico, esta es una verdad muy útil. Gracias a que todos los seres vivos incorporamos los elementos químicos de los alimentos en el cuerpo, podemos estudiar distintos tejidos e identificar las fuentes de alimento que se están consumiendo. La huella química de los alimentos se guarda en músculos, piel, huesos, sangre, dientes, vértebras, bigotes, etc.

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Yo estudio la ecología alimentaria de los tiburones. Lo hago desde hace más de 5 años y lo disfruto mucho. Una manera de estudiar este comportamiento es abriendo sus estómagos y clasificando las presas que encuentras. Esta es una técnica tradicional a la que actualmente existen alternativas, afortunadamente, ya que es muy invasivo. Personalmente, prefiero ver a los tiburones nadando felices en el mar, antes que en algún puerto. ¿Cómo estudiamos el comportamiento alimentario de los tiburones sin hacerles daño? ¡Excelente pregunta! Una opción es tomando biopsias de sus músculos. Para esto es necesario nadar junto a ellos llevando una lanza hawaiana -como una resortera- con un dardo pequeño en la punta de la lanza. Cuando estás muy cerca del tiburón apuntas la lanza hacia la base de la aleta dorsal (recomiendo ver imágenes de la anatomía de un tiburón) y sueltas la lanza. El dardo va a extraer una pequeña muestra de músculo, y el tiburón se va nadando sin mayor estrés.

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La película Tiburón (Jaws, en inglés), de Steven Spielberg, hizo que percibamos a los tiburones como cazadores de humanos...

La siguiente fase de nuestro experimento es llevar los pedacitos de músculo al laboratorio donde, después de usar varios químicos y moler las muestras, terminas con un polvo. Este polvo se encapsula y se inserta en una máquina llamada Espectrómetro de masas. La máquina lee las proporciones de distintos elementos en las muestras de tiburones. En mi caso, me interesa saber la proporción de carbono y nitrógeno: el carbono me dice si los tiburones están alimentándose en ecosistemas costeros o en mar abierto, mientras que el nitrógeno me dice su posición en la cadena trófica. Por lo general, cuando pensamos en tiburones se nos vienen a la mente depredadores tope que gobiernan la pirámide trófica desde los niveles más altos. Pero los tiburones vienen en todos los tamaños y colores, y hay los que ocupan niveles más bajos de la trama trófica, por ejemplo, el tiburón leopardo, el peregrino y nodriza.

Al final de nuestro experimento, vamos a poder definir qué ecosistemas son los más utilizados por los tiburones de nuestro estudio, y esto nos permite proteger aquellas zonas para así asegurar que sus poblaciones se mantengan abundantes. Los tiburones son los glóbulos blancos de los océanos, ellos se encargan de mantener el equilibrio. Cuando estamos haciendo snorkel o buceando en un ecosistema saludable, lo normal es observar muchos tiburones. La película Tiburón (Jaws, en inglés), de Steven Spielberg, hizo que percibamos a los tiburones como cazadores de humanos, sin embargo, estos seres poderosos e inteligentes trabajan para que las poblaciones de peces que consumimos se encuentren saludables y abundantes. Conozcamos más de tiburones y aprendamos a respetarlos y amarlos. (O)