El Consejo Nacional Electoral (CNE) realizó el sellado y verificación de la base de datos del Sistema Informático de Escrutinio y Resultados, que se utilizará en el referéndum y consulta popular de este 16 de noviembre. Ocurrió este jueves, cuando se iniciaba también la votación anticipada de los privados de libertad sin sentencia ejecutoriada.
La organización de la jornada electoral siempre representa un reto logístico, más en circunstancias como las actuales en que la inseguridad se convierte en un elemento adicional por considerar. El CNE tomó la primera decisión en este contexto: aunque estaban convocados para el sufragio 9.078 reclusos sin condena en firme, solo lo habrían hecho 8.642, debido a la masacre que se produjo en la cárcel de Machala, donde fueron asesinados 31 reos a inicios de semana. La presidenta del organismo electoral, Diana Atamaint, argumentó “motivos de seguridad y en cumplimiento de recomendaciones técnicas”.
El CNE es el responsable de garantizar un proceso transparente, seguro y técnicamente impecable. En materia de los resultados, el notario octogésimo de Quito, Teófilo Caluguillín, dio fe de que el sistema para los escrutinios se encuentra en cero. El propósito es generar confianza en la ciudadanía y los actores políticos que hasta las 23:59 del 13 de noviembre podían hacer campaña proselitista.
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La credibilidad del CNE y su eficiencia vuelven a situarse bajo escrutinio público este domingo. Es imperativa la coordinación con otros organismos del Estado para que nada manche una jornada tan importante para el futuro del país.
Según declaraciones previas, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, centros que serán recintos de votación han trabajado en conjunto con el CNE para que la sociedad pueda ejercer su voto sin miedo y confiada en la integridad del proceso.
No se trata solo de un resguardo o custodia de material físico, sino también de garantizar un proceso en paz, ofrecer seguridad jurídica y política para sostén del sistema democrático. (O)





















