Quienes transitan por el norte de Guayaquil sufren los problemas de tráfico que genera la reparación o reemplazo de pavimento en algunos tramos.

Las molestias momentáneas traerán bienestar futuro y así lo entienden muchos de los usuarios de las vías que se readecúan, sin embargo, otros generan más caos cuando intentan rebasar sin la más mínima precaución y tocan las bocinas causando contaminación auditiva. La presencia de agentes de tránsito sería conveniente para redireccionar a los vehículos y si es necesario también sancionar a quienes cometen infracciones.

La Alcaldía de Guayaquil, en su página web, registra los trabajos de pavimentación asfáltica que desarrolla en diferentes sectores y el tiempo que se tomará. Buscar mecanismos adicionales de información a la ciudadanía, sobre estas obras y vías alternas mientras se desarrollan, podría evitar algunos inconvenientes que harán más amigable a la ciudad.

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Los conductores también están en el compromiso de colaborar. Tocando el claxon insistentemente y lanzándose sin respeto hacia los otros no lograrán acortar los tiempos de circulación en una ruta congestionada, sino que los expone a accidentes, a daños auditivos y estrés.

Estas son otras formas de violencia que se deben evitar. La disciplina y el respeto hacia los demás es clave para la convivencia.

Los horarios de trabajos también podrían revisarse desde el Cabildo para acelerar la entrega y aminorar las molestias a la ciudadanía. En Urdesa, por ejemplo, se anunció el 12 de octubre el cierre parcial de un carril en la calle Rodrigo Chávez por remoción e instalación de carpeta asfáltica. Los trabajos están previstos para terminarse en siete días laborables y se desarrollan de 08:30 a 15:00. Con algo de horas extras en el día habría ahorro de tiempo e inconvenientes para los usuarios.

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Con planificación, información y colaboración de servidores públicos y ciudadanía siempre se lograrán mejores resultados y coexistencia. (O)