Mientras que algunos ciudadanos están a favor, otros están en contra de la única tarea asignada a la vicepresidenta Verónica Abad, por parte de la Presidencia del Ecuador. (O)

José E. Ortoneda Sánchez

No puedo estar de acuerdo con una decisión caprichosa del presidente Noboa, debido a diferencias personales con la vicepresidenta Abad, por más que justifique su accionar diciendo que es para colaborar con la paz de Israel; pues, teniendo la imperiosa necesidad de conseguir la paz en nuestro Ecuador, y, habiéndose elegido mandatarios para gobernar el país, considerando que el tiempo para lograr este cometido es tan corto, me parece un absurdo dicha decisión. Las funciones de un vicepresidente están bien definidas y la principal es la de velar por la paz en nuestra patria y no en otras latitudes, por más noble que sea la intención.

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Aceptar que se cometió un error es de sabios y habrá que corregir a tiempo un mal accionar, por el bien y la tranquilidad de todos los ecuatorianos.

Somos seres humanos y podemos cometer errores, nadie es perfecto. (O)

Ruth Estrella Parra

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Yo defiendo los derechos de la mujer, pero Verónica Abad tuvo una actuación fuera de toda comprensión en toda la campaña. Si se asume una responsabilidad o un binomio, en este caso, debió ser honesta y a mi parecer quiso ser protagonista, haciendo desplantes en los momentos más importantes. No tomó en cuenta que somos útiles, mas no indispensables. Es correcta la decisión del señor presidente, pero que así actúe en todos los ámbitos y será reconocido y aplaudido. (O)

Jimmy Bedoya

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De ninguna manera. Un presidente tiene la obligación de tener la sangre fría para salir al frente de malos entendidos y dialogar con su binomio para verificar si hay error en las formas. La vicepresidenta dio una versión creíble sobre la polémica en la que se vio envuelta. La misión a la que Noboa envía a Abad no es clara, ni es su campo. Entraña peligros. Un golpe bajo a la sobriedad que supuestamente caracteriza al novel. (O)

María del Carmen Arcos Mora

No, no estoy en lo absoluto de acuerdo con la decisión del presidente. La decisión del mandatario muestra un total desconocimiento político y legal del Estado. Una decisión infantil que además pone internacionalmente en ridículo al Ecuador. ¿Quedamos ante el mundo como una “banana republic”? Muy grave y como ecuatoriana estoy indignada. (O)