«Mamá» procede del latín mamma (mama, pecho), con pronunciación llana [máma]. Esta acentuación se mantuvo hasta el siglo XVIII, como se indica en el Diccionario panhispánico de dudas. Después, por la influencia del término francés maman, fue difundiéndose la articulación aguda [mamá]. No obstante, la forma llana sigue vigente en el lenguaje popular de algunas regiones.

En América se usa «mamá» en cualquier momento comunicativo; incluso con interlocutores de diferentes edades (niños, adolescentes, adultos). En cambio en España solo se produce en las conversaciones de una misma familia, en los diálogos de los niños o cuando una persona mayor se dirige a un niño pequeño. Pero se prefiere el término «madre» en las interlocuciones de los adultos que se dan fuera del ambiente familiar.

Con respecto al plural, las palabras que terminan en -a o en -o tónicas se pluralizan con -s, como en estos ejemplos: Las mamás están de fiesta. Les obsequiaron dos sofás. No se recomienda que se forme el plural con -ses: mamases, sofases.

Sus diminutivos son mamaíta (preferido en España), mamita y mamacita (frecuentes en América). En el ámbito hispánico se usa también la forma afectiva mami. (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española, Diccionario panhispánico de dudas y Ortografía de la lengua española (versiones en línea), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.