Hubo música para todos los gustos. La pachanga de Vilma Palma e Vampiros, el romanticismo de Noel Schajris y la Metálica de Douglas Bastidas, ex Tranzas, devolvieron al público que asistió al Centro de Convenciones de Guayaquil, lo que la pandemia había prohibido desde el 2020, reunirse en un solo escenario y poner en manifiesto la euforia al ver en la tarima al artista favorito.

Cientos de personas desde antes de las 19:00 del jueves 21 de abril llegaron hasta el lugar para hacer fila e ingresar a las localidades respectivas.

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Como es costumbre en algunos fanáticos lucían cintillos, incluso sombreros y gorras, con el nombre de sus ídolos, siendo los más visibles de Vilma Palma e Vampiros. Este fue el caso de Carmen Ulloa, de 50 años, que llegó para el show junto con su hermana Anahí Ulloa (18).

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Las hermanas estaban muy emocionadas por regresar de manera presencial a un concierto, el cual fue el primero para ambas tras la pandemia.

Carmen (i) y Anahí Ulloa.

Los minutos transcurrían y poco a poco en el interior de la explanada del Centro de Convenciones el público iba llegando a sus asientos. Pasada las 20:40, las primeras localidades aún no se llenaban. Llamó la atención que un gran número de personas no portaban la mascarilla.

Inicio de los conciertos

Pasada las 21:00 salió al escenario Aníbal Espín, el presentador del espectáculo, que brevemente dio la bienvenida a los asistentes e invitó a la tarima a Bastidas, quien abrió el concierto.

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El guayaquileño, acompañado de su guitarra y sus músicos, hizo un recorrido por sus temas más icónicos, entre los antiguos y nuevos, además incluyó éxitos de su antigua agrupación Tranzas. Mi corazón no entiende, Todo va a estar bien, Morí, Dile, Un nuevo amor y Plástica fueron algunas de las canciones que interpretó y que fueron coreados por el público.

A modo de broma decía que ya se retiraba del escenario porque sabía que en realidad fueron al concierto por Schajris y Vilma Palma, pero los asistentes pedían que continúe. Su espectáculo resultó muy entretenido, que incluso puso a muchos a bailar, y además de ello fue ovacionado por el público.

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Cantante Douglas Bastidas. Foto: El Universo

El romanticismo de Schajris

El siguiente artista en salir a escena fue Schajris, quien luego de varios minutos de expectativa apareció en la tarima un poco antes de las 22:40.

”Buenas noches... Guayaquil después de cuantos años”, dijo segundos antes de interpretar el primer tema que fue Para recordar. A este le siguió Y no fue suficiente. Además de su piano, estuvo acompañado de dos músicos.

El sentido del humor también hizo parte del show del argentino, que preguntó si desean un show corto y largo, y enseguida, al igual que Bastidas, dijo bromeando, que será corto porque se le hacía que están esperando a Vilma Palma. “Dos rolitas más y me voy a la chingada y ya regreso después”, dijo riendo.

“Noel, te amo”, se escuchaban de gritos femeninos, a lo que él respondió muy efusivamente: “Yo también las amo, por fin las veo. Que bueno que nos estamos viendo esta noche, muchas gracias, que lindo, que lindo estar aquí en serio...”.

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Cantante Noel Schajris. Foto: El Universo

El argentino en su repertorio también incluyó temas de Sin Bandera, dúo que conformó con el mexicano Leonel García, Y llegaste tú, Será, Suelta mi mano, Mi historia entre tus dedos, Kilómetros, Mientes, Que lloro y Entra en mi vida.

Su emoción por estar nuevamente en una tarima fue más que evidente, sin embargo, notó cierto silencio entre el público, que lo llevó a hacer una pausa mientras cantaba Suelta mi mano, y dijo que no escuchaba cantar a los asistentes y los instó a que lo acompañen en la interpretación.

La invitación hecha por el artista, 47 años, a sus seguidores fue aceptada y cantaron con él, en su espectáculo que duró un poco más de 40 minutos.

‘La pachanga’ de Vilma Palma

La agrupación argentina Vilma Palma e Vampiros cerró la serie de presentaciones. Pasada las 23:40 terminaron con la espera de sus fanáticos. Con un video como intro abrieron su show. En el audiovisual hicieron un repaso por los 30 años de su trayectoria.

“Hola, hola, cómo están amigos, qué tal Guayaquil. Hola Ecuador cómo están”, fueron las primeras palabras de Mario Gómez (59), vocalista de Vilma Palma, para los ecuatorianos y sin más preámbulos comenzó el show interpretando el Auto rojo y haciendo honor al tono el escenario se cubrió de dicho color.

Con la energía acumulada y con toda la seguridad de derrocharla, el público desde la primera canción se puso de pie, pues la música de la banda llamaban a bailar, por lo que nadie se quedó sentado y si es que se quedó también se movía al ritmo de los argentinos.

Mientras los demás bailaban y cantaban, un joven fanático realizaba una videollamada para compartir los primeros minutos del show. Un grupo de más de diez personas incluso se las ingenió para ver el espectáculo subiendo a tarimas en los exteriores del Centro de Convenciones.

Una joven fue la primera en subirse a una tarima improvisada para ver el concierto desde la afueras del Centro de Convenciones. Foto: El Universo

Gómez tenía claro que debía cantar para el público de todas las localidades, por lo que al finalizar o iniciar su interpretación se dirigía a todos, sin dejar de invitar a aplaudir, lo que en el transcurso del espectáculo de más de una hora, ya no fue necesario, porque luego los fans sabían lo que debían hacer.

A donde vas, Bye bye, Verano traidor, Dame tu amor, Ella era un travesti, Voy a vos, Adiós amor, Fernet con coca y Fondo profundo fueron algunos de los temas que cantó Gómez, quien durante todo el show tampoco dejó de bailar, lo mismo hicieron sus músicos que hicieron vibrar el lugar que acogió los seguidores de los diferentes artistas.

Mario Gómez, vocalista de Vilma Palma E Vampiros. Foto: El Universo

Y entre las canciones con la que la banda argentina cerró el espectáculo fue La pachanga, que incluso hizo regresar a asistentes que ya se retiraban, como era el caso de Lisseth Castro (25), quien dijo que ya se iba a su casa antes para evitar el tráfico, pero al escuchar esta canción a la que describe como ícono de los argentinos, se regresó, escuchó y se fue, tal como lo hicieron minutos y ya pasada las 01:00 los artistas que antes agradecieron a los ecuatorianos por la acogida y la entrega para la interacción.

“Espectacular”, “increíble”, “uno de los mejores conciertos” fueron parte de los calificativos que atribuyeron los asistente al espectáculo, como lo hicieron el grupo de amigas conformado por Irene Cevallos (20), Cristina Zambrano (30) y Carolina Sánchez (25). (E)