El fin de semana pasado estuve por la playa y me provocó comerme unas langostas. Llamé a mi proveedor habitual para hacerle un pedido y su respuesta me sorprendió, pero me llenó de alegría. “Lo siento mucho, pero el 15 de enero empezó la veda y debo respetarla, no puedo ofrecerle hasta mediados de junio”, me dijo Milton, un buzo que vive en la comuna La Entrada y tiene años de experiencia en la pesca submarina.