Un radiotelescopio en Australia ha detectado pulsos de radio inusuales de una estrella previamente inactiva con un potente campo magnético.

Los nuevos resultados publicados en Nature Astronomy describen que las señales de radio del magnetar XTE J1810-197 se comportan de manera compleja, detalla Europa Press.

Los magnetares son un tipo de estrella de neutrones y los imanes más fuertes del Universo. A aproximadamente 8.000 años luz de distancia, este magnetar es también el más cercano conocido a la Tierra.

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Se sabe que la mayoría emite luz polarizada, aunque la luz que emite este magnetar está polarizada circularmente, donde la luz parece formar una espiral a medida que se mueve por el espacio.

Marcus Lower, becario postdoctoral de la agencia científica nacional de Australia, CSIRO, dirigió la última investigación y dijo que los resultados son inesperados y totalmente sin precedentes.

“A diferencia de las señales de radio que hemos visto de otros magnetares, este emite enormes cantidades de polarización circular que cambia rápidamente. Nunca antes habíamos visto algo así”, indicó Lower.

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Manisha Caleb de la Universidad de Sydney y coautora del estudio dijo que estudiar magnetares ofrece información sobre la física de los campos magnéticos intensos y los entornos que estos crean.

“Las señales emitidas por este magnetar implican que las interacciones en la superficie de la estrella son más complejas que las explicaciones teóricas anteriores”, comentó.

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La detección de pulsos de radio de magnetares ya es extremadamente raro: XTE J1810-197 es uno de los pocos que se sabe que los produce.

Si bien no está claro por qué este magnetar se comporta de manera tan diferente, el equipo tiene una idea.

“Nuestros resultados sugieren que hay un plasma sobrecalentado sobre el polo magnético del magnetar, que actúa como un filtro polarizador”, indicó Lower. “Aún está por determinar cómo exactamente el plasma hace esto”, agregó.

Se observó por primera vez que XTE J1810-197 emitía señales de radio en 2003. Luego permaneció en silencio durante más de una década.

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Las señales fueron detectadas nuevamente por el telescopio Lovell de 76 m de la Universidad de Manchester en el Observatorio Jodrell Bank en 2018 y rápidamente seguidas por el radiotelescopio australiano Murriyang, que ha sido crucial para observar las emisiones de radio del magnetar desde entonces.

El telescopio de 64 m de diámetro está equipado con un receptor de ancho de banda ultra amplio de última generación. El receptor permite mediciones más precisas de objetos celestes, especialmente magnetares, ya que es muy sensible a los cambios de brillo y polarización en una amplia gama de frecuencias de radio.

Los estudios de magnetares como estos proporcionan información sobre una variedad de fenómenos extremos e inusuales, como la dinámica del plasma, explosiones de rayos X y rayos gamma y explosiones de radio potencialmente rápidas. (I)