“La única forma de hacer unidad es renunciando a las legítimas aspiraciones de cada uno, lo contrario no es unidad, es simplemente vanidad”, afirma Gustavo Larrea, director del movimiento nacional Democracia Sí, respecto a que no será candidato en las próximas elecciones presidenciales y legislativas anticipadas 2023.

Uno de los objetivos de la alianza de este movimiento con el Partido Unidad Popular y el Partido Socialista es conformar una alternativa de centroizquierda para presentar un solo binomio presidencial y un mismo listado para asambleístas nacionales y provinciales.

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Yaku Pérez sería la opción en representación de esta alianza, aún no se confirma a la compañera de fórmula.

La finalidad del pacto es no dispersar el voto con un número elevado de candidatos que aspiren a la Presidencia de la República y al Legislativo, lo que beneficiaría al correísmo, dice Larrea, porque cuenta con una votación dura del 25,6 % en promedio, de acuerdo con los resultados de las últimas elecciones seccionales de febrero pasado, según este dirigente que fue ministro de Gobierno y de Seguridad Interna y Externa durante el primer mandato de Rafael Correa.

Larrea indica que urge una reforma electoral que propicie la fusión de las organizaciones políticas aglutinadas según su ideología.

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La multiplicación de los movimientos que deriva en la dispersión del voto no es una situación espontánea, añade, panorama que beneficia al que considera es la nueva partidocracia liderada por el expresidente Correa (2007-2017) y representada en el movimiento de la Revolución Ciudadana (MRC).

El voto duro que tiene esta agrupación política está cimentado, agrega, en la idea de que construyeron una especie de paraíso terrenal, una cuestión falsa, asegura a EL UNIVERSO: “Es una clientela electoral que va disminuyendo”.

De las 17 organizaciones políticas (diez movimientos y siete partidos) que pueden presentar binomios ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para las próximas elecciones del 20 de agosto, tres son de la alianza que apoya a Pérez.

Al momento el único binomio oficial (inscrito) es el de Daniel Noboa Azín, hijo del excandidato presidencial Álvaro Noboa, y Verónica Abad bajo el auspicio de la alianza conformada por el movimiento Pueblo, Igualdad, Democracia (PID), lista 4, y el Movimiento Verde, Ético, Revolucionario y Democrática (Mover), lista 35.

De las restantes que pueden presentar binomio presidencial se conoce que el movimiento oficialista CREO no lo hará, el PSC y Sociedad Patriótica (PSP) han anunciado que apoyarán la candidatura del empresario Jan Topic. Mientras, Fernando Villavicencio terciaría con el respaldo de Construye (lista 25); con la Izquierda Democrática postularía el exvicepresidente Otto Sonnenholzner, por el movimiento Renovación Total (RETO) iría Xavier Hervas y el MRC aún no presenta a su binomio, al igual que el partido Avanza. Finalmente, Bolívar Armijos manifestó su intención en representación del movimiento Amigo.

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Hay menos de la mitad de los partidos políticos que había hace dos décadas y en ese tiempo se observa una multiplicación de movimientos sin que se haya dado la consolidación de organizaciones políticas sólidas. ¿Hace falta una reforma electoral?

Hay una crisis de la representación política. El hecho de que tengamos 17 organizaciones políticas nacionales y una cantidad enorme de organizaciones provinciales y cantonales, evidentemente hay una enorme dispersión política. Hace falta un nuevo sistema de partidos políticos ya que el sistema actual está colapsado. Se requiere, por lo tanto, una reforma de la Ley de Partidos Políticos y creo que en esta elección el esfuerzo debe ser evitar la multiplicación de candidatos.

¿Y qué hará el movimiento nacional Democracia Sí para evitarlo?

En el caso específico de Democracia Sí, nosotros renunciamos a tener candidato presidencial propio y apoyamos a Yaku Pérez, al igual que lo han hecho otras organizaciones políticas como Unidad Popular y el Partido Socialista. Sí hay una clara posición nuestra en relación a evitar esta enorme dispersión política que tiene el Ecuador. En ese sentido nuestro objetivo fundamental es unir a la tendencia de centro hacia la izquierda. Creemos que eso es básico, es un error que cometen las fuerzas políticas lo de lanzar candidatos, la tendencia centroderecha tiene ahora ya de cinco a seis candidatos.

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¿A quién beneficiaría esta dispersión del voto con una multiplicidad de candidatos?

Lo correcto es construir grandes alianzas políticas y sociales que permitan superar la dispersión que el país entero tiene. Si queremos consolidar la institucionalidad democrática, lo correcto es que las tendencias privilegiamos la unidad, no la dispersión, no lo que ahora tenemos, este es un problema muy complejo y grave de división.

¿Pero cuál fue el error al momento de impulsar la reforma durante el correísmo que conllevó al sistema actual de organizaciones políticas?

Fundamentalmente la dispersión política, la falta de unidad en grandes tendencias, la falta de renovación de los partidos, tanto de sus líderes como de sus idearios. El mundo va cambiando de manera acelerada y hay temas que son de preocupación de las nuevas generaciones, como lo ambiental, lo social, lo que tiene que ver con los derechos de la juventud, de la mujer, de la tercera edad. Son temas fundamentales contemporáneos y que muchas organizaciones no los acogen y por lo tanto no actualizan su ideario y eso genera rechazo de la ciudadanía. También, desde luego, hay un desprestigio por el mal manejo de sus representantes en el Parlamento Nacional, que genera rechazo de la ciudadanía. La Asamblea Nacional no tuvo, antes de ser disuelto, más del 5 % de aceptación ciudadana.

Hay candidatos a la alcaldía que llegaron bajo el auspicio de alianzas entre siete movimientos y partidos, entre ellos Democracia Sí. ¿Deben existir limitaciones ya que esos votos logran mantener vivas a ciertas organizaciones?

Creo en las alianzas, y no solo eso sino en las fusiones. La ley debe facilitar los procesos de unidad. En ese sentido hay que fortalecer las grandes alianzas, el país requiere unidad. Las alianzas deben avanzar hacia procesos de fusión en una sola organización política.

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El problema está en que estas alianzas se hacen bajo el amparo de ideologías antagónicas.

Cuando me refiero a las alianzas es en líneas claras, en nuestro caso estamos por el desarrollo económico con inclusión social y responsabilidad ambiental.

¿Qué tan fácil fue crear un movimiento nacional como Democracia Sí?

Se deben crear estatutos, programa de gobierno, ideología, propuesta política. Y un enorme esfuerzo porque se requieren más de 200.000 adherentes. Para tener los más de 200.000 adherentes Democracia Sí presentó más de un millón de adhesiones, porque nos rechazaban las firmas. Para lograr ser legalizados nos pasamos cuatro años en ese esfuerzo, tiempo en el que llegamos a presentar más de un millón de adhesiones. Algunos miembros de los consejos nacionales electorales, en general, han privilegiado y facilitado la legalización de algunas organizaciones e impedido la legalización de otras. Estuvimos a punto de ser legalizados y en el 2016 el expresidente (de la República Rafael) Correa ordenó al Consejo Nacional Electoral que no nos inscriba, en una sabatina dio ese discurso, entonces tuvimos que volver a recoger nuevamente las firmas. Se requiere persistencia, pero más allá de ello creo que el exceso de organizaciones no le hace bien al país, hay que ir a procesos de unidad y fusión de organizaciones con planteamientos políticos similares, crear partidos de segundo piso en el que varias organizaciones podamos estar allí en uno solo.

Analistas afirman que esta dispersión del voto beneficia justamente al correísmo que fue el artífice del actual sistema de organizaciones políticas debido al voto duro que tienen, alrededor del 30 %.

Tienen un voto duro del 25,6 %, que fue lo que sacaron en promedio a nivel nacional en las últimas elecciones seccionales (se refiere al movimiento de la Revolución Ciudadana). Esto es deliberado, no creo que sea espontáneo, hay un montón de organizaciones que son solo de membrete, que no tienen estructura, que no tienen posición ideológica, que se cambian de posición dependiendo de qué elección se da. En unos casos se ubican a la izquierda, en otros en el centro, en otros en la derecha, hay un poco de movimientos bailarines allí, y otros que en definitiva prestan su partido para la inscripción de cualquier candidatura, son partidos de alquiler.

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¿Ser candidato es un negocio en Ecuador debido a la política en la que el Estado financia y aporta para las campañas?

Allí hay falta de ética porque no existe control sobre los recursos de campaña. Si quieres establecer un sistema de participación igualitaria, en definitiva hay que controlar el gasto electoral de algunas maquinarias y de empresas electorales, no existe este control. En relación de que a las organizaciones se les entrega dinero, no es verdad, a nosotros no nos han entregado un solo dólar y ya hemos participado en dos procesos electorales, entonces no es tan así. Lo que te da el CNE son franjas publicitarias en medios de comunicación que puedes usarlas, pero no son recursos, esto es un mito que se debe desvirtuar. Lo que existe son franjas publicitarias para las distintas candidaturas, pero son exclusivamente para uso en radio, televisión y prensa escrita. Pero una cosa son organizaciones con principios y propuestas y otra cosa son maquinarias o empresas electorales que incluso venden las candidaturas. Nosotros podemos pautar una cantidad equis en determinados medios inscritos y publicitarios para este proceso electoral, solo con los que están inscritos.

¿Hay un control del gasto en los medios digitales?

En lo que no hay claridad y abuso es que fuera de los espacios inscritos en el CNE hay organizaciones que inundan el país de propaganda masiva, entre otras, el correísmo.

Cuando se ven videos o post en redes sociales como YouTube y Facebook se intercalan biografías o propaganda de ciertos candidatos.

Exacto y eso tiene un costo que no es auditado, entonces, hay que cambiar las reglas del juego para que exista una democracia auténtica y no se compren las elecciones con multimillonarias maquinarias electorales.

¿Pero cómo se da paso a una reforma electoral si los propios actores políticos no tienen el interés por cambiar este sistema?

Creo que el sistema está colapsado, no puede mantenerse por mucho tiempo más. La ciudadanía creo que va a buscar y apoyar las propuestas de cambio, de que no implique repetir la vieja partidocracia ni la nueva partidocracia.

El expresidente Correa menospreciaba en su momento a la partidocracia, que la ciudadanía también rechazaba. ¿Cree que él encarna a la nueva partidocracia?

Desde luego, es la nueva partidocracia, disfrazada con otro traje de revolución ciudadana, cuando no es más que la nueva partidocracia con un nuevo disfraz.

¿Pero por qué la gente no termina de rechazar también a esta nueva partidocracia que aún cuenta con apoyo electoral?

Ellos tienen el 25,6 % del voto para ser exactos, no hay que darle más de lo que tienen. Hace dos años eran el 32 %, hace seis años, cuando ganó (Lenín) Moreno la Presidencia (de la República), eran el 39 % y hace diez años eran el 52 %, han ido perdiendo fuerza, hay una línea de tiempo. De cuando ganaban con el 50 % en una sola vuelta ahora va bajando la aceptación ciudadana. No quiero negar con esto que no tengan una franja de votación, la tienen, pero no la misma que tenían en el pasado.

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¿A qué le atribuye este voto duro del 25 % a favor del correísmo?

Porque hay muchas fuerzas políticas que tienen prácticas muy similares. Y hay confusión porque se ha vendido la idea de que aquí se construyó una especie de paraíso terrenal, cuestión que es falsa. Ellos se basan en que tuvieron muchos recursos por el boom petrolero y por el enorme endeudamiento. Con ello lograron hacer ciertas cosas de beneficio para algunos sectores sociales. Entonces, tienen una clientela electoral que va disminuyendo día a día. Hoy es otra elección, incluso el correísmo no ha anunciado su candidatura. Esta es una elección muy rápida, dura 90 días. En ese sentido, nosotros hemos formulado una alianza amplia, con otras fuerzas sociales y políticas, para presentarle al país una alternativa responsable.

¿En el plano del Legislativo también presentarán bajo la alianza de Democracia Sí los partidos Socialista y Unidad Popular?

El problema es la división, presentar listas separadas, ese es un error político. Nosotros vamos en lista unitaria, única, conjunta, la campaña va a ser una sola, no en listas separadas. Al lanzar listas separadas dispersas la votación. En esta alianza he sugerido que tenga un nombre: ‘Claro que se puede’. (I)