Gritos y acusaciones de compra de votos de asambleístas marcaron el clima en el debate del pleno de la Asamblea Nacional, en el marco del juicio político contra el presidente Guillermo Lasso.

La discusión en el pleno arrancó pasadas las 15:00 del martes, cada legislador dispuso de 10 minutos para pronunciar su posición, a favor o en contra, frente a las acusaciones que pesan sobre el primer mandatario. En las curules de los parlamentarios lucían carteles con consignas en rechazo del jefe de Estado y otros que, en cambio, calificaban al proceso de enjuiciamiento como ilegal.

Más temprano intervinieron los asambleístas interpelantes Viviana Veloz (UNES) y Esteban Torres (PSC), que acusaron al presidente por el presunto delito de peculado y señalaron su responsabilidad política al no terminar con el contrato entre Flopec y Amazonas Tanker, pese a conocer que generaba pérdidas por $ 6 millones al Estado.

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Mientras, el primer mandatario se defendió argumentando que no existen pruebas ni testigos que lo inculpen. Dijo que los hechos ocurrieron tres años antes de su gobierno. Y expresó que la auditoría hecha por la Contraloría al contrato no recomendó terminar con el mismo ni estableció indicios de responsabilidad penal sobre ningún funcionario.

El debate legislativo inició con el asambleísta Victoria Desintonio (UNES), quien afirmó que Lasso conocía de las irregularidades en Flopec, ya que fue informado por el exgerente de la empresa pública Johnny Estupiñán sobre el perjuicio del contrato con Amazonas Tanker, y además fue alertado por el exsecretario Anticorrupción, Luis Verdesoto, sobre posibles anomalías en Flopec. Sin embargo, Lasso no hizo nada para impedir la situación.

“Usted es un inepto y un corrupto”, increpó Desintonio y afirmó, sin mencionar nombres, que las voluntades de varios asambleístas han sido compradas por el Ejecutivo con ministerios, hospitales y hasta con la seguridad social.

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El ambiente en el hemiciclo legislativo se puso tenso cuando habló el legislador oficialista Eitel Zambrano (BAN). Usando un tono enérgico, defendió la inocencia del presidente de la República y arremetió contra la parlamentaria Mireya Pazmiño (rebelde de Pachakutik) y hasta mencionó a su hijo, por supuestos intereses que involucrarían a varias empresas, en los que estarían involucrados los asesores de la comisión de Régimen Económico, presidida por Pazmiño.

“Usted solapó la corrupción en la Comisión de Régimen Económico. Usted es una corrupta”, gritó Zambrano. Al tiempo que Pazmiño se piso de pie y reaccionó para defender a su familia.

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Por la actitud del legislador del oficialismo, la presidenta encargada de la Asamblea, Marcela Holguín, exigió “respeto en la sala”.

Para Édgar Quezada (PK) el proceso de juicio político contra Lasso no está respetando el dictamen de la Corte Constitucional, que admitió la solicitud de enjuiciamiento sobre la causal de peculado.

Dijo que esperaba que los interpelantes demuestren con pruebas de qué manera se benefició el presidente Lasso o terceros, pero que eso no se vio. “El peculado no lo han podido probar, no lo han podido demostrar”, aseguró Quezada.

El legislador de Pachakutik dijo que el movimiento político “no va a seguir el juego” a ningún bando y que votarán pensando en el país.

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Varios asambleístas aprovecharon su espacio de intervención para responsabilizar al presidente de no ejecutar obras públicas, no implementar políticas que generen empleo y no frenar la inseguridad. Esto también es un argumento para que Lasso deje el cargo, indicaron.

Augusto Guamán (independiente) se inclinó por la censura y destitución del presidente de la República. Señaló que el rol de la Asamblea no es juzgar penalmente a Lasso, sino determinar si conoció o no de lo que ocurría en Flopec.

Al respecto, Guamán comentó que las pruebas presentadas por Viviana Veloz confirman que Lasso sí conocía lo que estaba sucediendo, así como la participación de su cuñado Danilo Carrera, pero no denunció estos hechos.

Un segundo momento álgido del debate fue protagonizado por Ronal González (UNES), que se refirió en duros términos contra el legislador Fernando Villavicencio, titular de la Comisión de Fiscalización.

“Mi voto es sí, por la censura y destitución de tu amo. Es sí, asambleísta ‘villanocencio’... ¿Sí me entiendes, verdad? Porque a Comps Córdova no lo entendías. Solo entiendes lo que te interesa a conveniencia. ¡Sin vergüenza! Jamás le llegarás a la suela de los zapatos del presidente Rafael Correa, jamás”, exclamó González, provocando los aplausos de sus coidearios.

El independiente Pedro Velazco fue otro más que señaló que “no se está respetando el dictamen” de la Corte Constitucional. Que “no se ha demostrado el delito de peculado” y, por tanto, no existe responsabilidad del gobernante por un contrato que se firmó antes de la actual administración.

Antes las acusaciones de compras de votos, el asambleísta de Pachakutik, Mario Ruiz, respondió que hasta ahora no hay una sola prueba ni denuncia en la Fiscalía sobre aquellos señalamientos.

“Dicen que nos han dado por ahí un montón de cosas. Les voy a decir ahora lo que nos dieron: nos dieron ganas de enfrentarles, nos dieron ganas de no regresar al pasado, nos dieron ganas de decirles la verdad en la cara, nos dieron ganas de recordarle al pueblo ecuatoriano lo que se vivió y lo que no queremos volver a vivir”, dijo en referencia al gobierno de Rafael Correa.

Ruiz señaló que el voto de Pachakutik “será para que nunca más se tome una dictadura este país y persiga a todos los que no piensan como ellos”.

Quien sí anticipó cual sería la posición de la banda de PK fue Salvador Quishpe. Afirmó que votarán por la destitución y censura de Guillermo Lasso, porque -a decir del legislador- el presidente no ha modificado o eliminado las políticas implementadas por el correísmo, como ofreció en campaña, sino que las ha mantenido.

Una de las intervenciones que llamó la atención del pleno y generó reacciones en redes sociales fue la de Luis Almeida (PSC), que se enfocó en los perjuicios que ha generado el Gobierno con la reforma tributaria, afectando a los contribuyentes por los descuentos.

Dijo que su sueldo como asambleísta no le alcanza, llegando al punto de tener que pedirle a su esposa y recurrir a su herencia para poder sostener sus gastos y los de su equipo.

“¿Cuánto gana un legislador? $ 4.700, 4.500 ¿Saben cuánto nos descuentan? Yo recibo $ 3.300, la primera semana se me acaban. Y alguien me dirá, ¿entonces de qué vive Lucho Almeida? Tengo que correr a pedirle a mi esposa, a la herencia de mi madre para poder suplir los pasajes de los aviones de la gente que me acompaña, que son grandes asesores los que tengo. Tampoco puedo dejar de invitarlos aunque sea un arrocito”, inició Almeida.

A las 22:03 el presidente de la Asamblea Nacional Virgilio Saquicela suspendió el debate. Hasta ese momento intervinieron 39 legisladores y faltan 31. La sesión 872 del pleno se reinstalará el miércoles, a las 09:30.

Una vez que culmine el debate, Saquicela deberá convocar a una nueva sesión, en un plazo de cinco días, para llevar a cabo la votación en la que se decidirá el futuro del presidente Guillermo Lasso. Para la censura y destitución del primer mandatario se requieren de al menos 92 votos a favor. (I)