Para Marcelo Lasso Saavedra, quien asegura que fue el hombre de confianza del narcotraficante Leandro Norero durante los cinco meses que se mantuvo en el Centro de Privación de la Libertad (CPL) de Cotopaxi, la entonces integrante de la Comisión de Pacificación de las Cárceles, la colombiana Claudia Garzón, procesada en el caso Metástasis, era una persona de una “moral bastante flexible” que fue el nexo entre Norero y el director del Servicio Nacional de Atención a Personas privadas de la Libertad (SNAI), Pablo Ramírez, e incluso mantuvo una “relación” con el narcotraficante al que se conocía con el alias de el Patrón.

Así identificó el testigo protegido de la Fiscalía a la extranjera en un testimonio anticipado que duró cerca de media hora, y se extendió por casi dos horas más su intervención, pues fue sometido a preguntas de contrainterrogatorio realizadas por varios de los abogados de los 52 procesados.

En su mayoría, quienes consultaron fueron las defensas de aquellas personas que fueron nombradas por Lasso Saavedra en su testimonio: el exjuez Emerson Curipallo, la comisionada Claudia Garzón, el exdirector del SNAI Pablo Ramírez y el abogado Kevin Prendes.

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“El trabajo de la señora comisionada (Claudia Garzón) era ver el bienestar de las PPL (personas privadas de la libertad) en pro de la ley, pero lo que ella estaba haciendo con los señores cabecillas de las bandas delictivas no era en pro de la ley: era en pro de los beneficios personales de las bandas delictivas”. Esa fue la contestación que Lasso Saavedra le dio al abogado de Garzón, Jorge Haz, quien buscaba que defina el testigo eso de que su cliente era una persona de “moral flexible”.

Claudia Garzón, el nexo con Pablo Ramírez

Minutos antes de estas preguntas, la fiscal general, Diana Salazar, le había pedido a Marcelo Lasso Saavedra que explicara a la sala por qué dijo que Garzón era el nexo de Ramírez.

La respuesta fue: “Leandro Norero y Pablo Ramírez no se conocían en persona hasta que él le llegó a agradecer el gesto del dinero. Claudia era una persona que generaba confianza porque estaba en el Gobierno, pero no era una persona que tenía irregularidades ni se moviera con las cosas que ella creía que no se podían hacer. Tenía una moral bastante flexible”.

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La Comisión de Pacificación de las Cárceles estaba integrada por el sacerdote Luis Barrios, experto en justicia criminal, procedente de Estados Unidos; Ricardo Morales, experto y delegado en derechos humanos; Mónica Ingarévalo, experta en temas académicos; Nelsa Curbelo, activista propaz; el pastor Francisco Loor, representante por la Iglesia evangélica; y Jorge Narváez, representante de monseñor Luis Gerardo Cabrera.

El proceso de pacificación en las cárceles del país se dio después de diciembre de 2021, fecha en la que por decreto ejecutivo el entonces presidente, Guillermo Lasso, creó la Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación. En el caso Metástasis no solo está siendo investigada Garzón, sino también otra integrante de esta Comisión de Pacificación: la académica ecuatoriana Myriam D.

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Dentro del testimonio, Lasso Saavedra recordó que en el mes de junio de 2022 tuvieron la visita de la comisionada Garzón. Ella, dijo, estuvo entre cuatro y cinco horas en el Área de Transitorio. Media hora habrían hablado en la oficina que quedaba enfrente de la celda de Norero, que era la oficina de los agentes penitenciarios, y después ingresaron a la celda del Patrón porque querían grabar los videos que le mandaron al general Pablo Ramírez para agradecerle por no haberlo llevado a la cárcel de Guayaquil, como en principio se iba a hacer.

Según el testigo, Claudia Garzón estuvo encargada de ser el primer vínculo entre alias Fito, alias Júnior, alias Choclo, alias Willy y alias Pipo para las negociaciones de pacificación de la banda a nivel nacional.

Poco después habría entrado a las celdas de Transitoria un coronel de apellido Carolis, quien hizo una revisión bastante sencilla, pero que no fue del agrado de Leandro Norero, pues llamó a autoridades del CPL de Cotopaxi para que lo hicieron salir rápido de ahí.

“Acto seguido, Leandro Norero me pidió que por favor les diga todo que se guarden en su celda para que puedan hablar tranquilo. Entré a la celda y él procedió a comunicarse con Claudia Garzón, a decirle que por favor hable con el general Pablo Ramírez: que no podíamos tener más visitas del coronel Carolis, porque él ya iba a ingresar su armamento e iba a tener su cuerpo de seguridad y no quería sorpresas en el pabellón”, señaló Lasso Saavedra.

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La exintegrante de la Comisión para la Pacificación de las Cárceles, Claudia Garzón, participó vía telemática de la audiencia en la que se la vinculó al caso Metástasis, porceso penal en el que se investiga el delito de delincuencia organizada.

Ante ese pedido, Garzón le habría manifestado vía telemática que no había ningún problema, pero que ya iba a ver qué condiciones le ponía Pablito, que era como supuestamente ellos se referían al general Ramírez. “Más o menos como una hora y media después de esta llamada, Claudia le vuelve a llamar y le dice que lo que Pablito necesita son unos $ 200.000 en concepto de donación para el SNAI, pero que quería que por favor se los entregue en efectivo en la ciudad de Guayaquil para que no quede registro transaccional del dinero”.

Según Lasso Saavedra, a los dos o tres días de esa llamada, el abogado de Leandro Norero había llamado al teléfono del testigo a confirmar que ya le habían entregado los $ 200.000 al general Pablo Ramírez. La primera semana de julio de 2023, Ramírez, como director del SNAI, habría llegado a hacer una visita al CPL de Cotopaxi, y pidió hablar con Lasso Saavedra para que haga que Norero y su hermano Israel se acercaran, ya que quería agradecerle por el dinero y conversar de ciertas cosas con el Patrón.

Los beneficios entregados por Leandro Norero

La fiscal Diana Salazar, en una nueva intervención, le consultó a Marcelo Lasso Saavedra si él conocía qué beneficios recibía Claudia Garzón de Leandro Norero: “Yo escuché una conversación en la que Leandro le preguntó si le gustaba el departamento nuevo que tenía en Bogotá; le estaba preguntando por el departamento de Cartagena y el carro que le había pasado Fito (Adolfo Macías Villamar, líder de Los Choneros) a su hija, de la que no recuerdo el nombre”.

Lasso Saavedra justificó conocer todos estos pormenores, entre los que se incluyó que Norero y Garzón mantenían una relación, asegurando que era la persona de confianza, que era el encargado de ver que nadie entrara en la celda en el momento en que ellos tenían sus “reuniones íntimas”.

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Entre otras funciones que realizaba Lasso Saavedra estaba el ser intermediario a través de los directores que no se llevaban bien con el “director Mendoza”; era quien subía a las oficinas cuando se necesitaba la presencia de alguien para los escritos, ya que Norero no quería ser grabado por las cámaras; y era la persona que se encargaba del manejo de la comida de el Patrón, pues él tenía miedo de que lo envenenaran, entre otras funciones de confianza.

Leandro Norero, afirmó el testigo, pagaba todos los servicios que le hacían en la cárcel con “economato”, es decir, le pagaba con comida, ya que en la cárcel no se manejaba dinero, según Lasso Saavedra.

El abogado de Garzón aseguró que Lasso Saavedra había caído en contradicciones, pues dijo una cosa en su versión del 16 de marzo pasado y el testimonio anticipado rendido el jueves 28 de marzo. Le pidió al juez de la Corte Nacional de Justicia Felipe Córdova, quien dirige el caso Metástasis, que tome en cuenta ese detalle y se inicien las investigaciones respectivas por el delito de perjurio que había cometido el testigo protegido de la Fiscalía. (I)