Hasta por la vida de su madre jura que lo timaron y que puede parecer ingenuo. El vocal del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) Juan Guarderas Cisneros provocó un cisma en el organismo, al abrir la puerta para que el movimiento correísta de la Revolución Ciudadana (RC) y el gobierno de Daniel Noboa Azín, en Acción Democrática Nacional (ADN), tengan, aparentemente, su cuota en la presidencia del Consejo de la Judicatura (CJ).
En un pleno de siete vocales del CPCCS, Guarderas se convirtió en la «bisagra», pues su voto es, desde el 8 de julio, el que define la correlación de fuerzas.
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Asegura que no es de las filas de ningún partido político. Ni del correísmo, porque ha denunciado a varios de sus líderes, y tampoco del Gobierno actual, aunque empuja una denuncia electoral en contra de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad Rojas, con la aspiración de que sea destituida, en un contexto en el que el jefe de Estado agota los recursos legales para sacarla del cargo.
La raíz del conflicto fue la elección del vocal y presidente del Consejo de la Judicatura, que es el órgano de gobierno, administración, vigilancia y disciplina de la Función Judicial.
Actualmente, la Judicatura lleva adelante un decisivo concurso público de elección de diez jueces de la Corte Nacional en medio de investigaciones a funcionarios judiciales vinculados en casos de corrupción como Metástasis, Purga, Plaga y otros.
La terna para elegir a la autoridad la envió el presidente de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), José Suing Nagua, y la componían Telmo Molina Cáceres, Dunia Martínez Molina y Mario Godoy Naranjo.
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El 8 de julio de 2024, el CPCCS eligió a Dunia Martínez con los votos de Mishelle Calvache Fernández, Andrés Fantoni Baldeón y Gonzalo Albán Molestina, vocal suplente que se principalizó en lugar de Augusto Verduga Sánchez, quien gozaba de permiso de paternidad.
Guarderas, Yadira Saltos Rivas y Johanna Verdezoto del Salto se abstuvieron y se produjo un empate. Fantoni dirimió y Nicole Bonifaz López se conectó al final de la sesión, por lo que no votó.
El miércoles estaba convocada una sesión ordinaria e inconformes con la elección de Martínez, se preparó una estrategia.
Verduga desistió del permiso de paternidad para integrarse a la sesión y, en paralelo, Yadira Saltos planteó una moción para reconsiderar la designación de Martínez.
La mayoría que formaron Fantoni y Calvache tambaleó, ante una minoría de Verduga, Saltos y Bonifaz que recuperó a Verdezoto y sumó a Guarderas.
Para echar abajo la elección de Martínez, a través de la reconsideración, se requerían cinco votos, según lo ordena el reglamento de funcionamiento de sesiones del Consejo.
Votaron a favor Bonifaz, Verduga, Saltos, Verdezoto y Guarderas.
A Fantoni y Calvache no les había sorprendido el cambio de Verdezoto, pues era afín a la ‘liga azul’ de Verduga, Saltos y Bonifaz, por su cercanía con el movimiento correísta.
Con Guarderas se habían producido diálogos, pero finalmente él se apartó y se sumó a la nueva mayoría.
En entrevistas de prensa, Guarderas dice que se siente orgulloso de su iniciativa y de su voto e insiste en que fue para «despartidizar» el Consejo de la Judicatura y la justicia.
«Telmo Molina es correísta; Dunia Martínez, del movimiento Construye; y, Mario Godoy, correísta… Sí, puede ser (candidato) del Gobierno, tengo información en ese sentido, pero no me consta», admitió.
Tras ser el quinto voto del correísmo y oficialismo, ya no lo necesitaron para elegir a Mario Godoy, exfuncionario del régimen de Rafael Correa y, hasta hace un mes, de Daniel Noboa, como presidente del CJ.
«Dios ampare al Ecuador», expresó Mishelle Calvache al cerrar la plenaria del miércoles; y, Guarderas, en su defensa, endosó la responsabilidad de su actuación a Johanna Verdezoto.
Su relato es que ese día los dos acordaron abstenerse. La prueba que tiene es la camisa que llevaba puesta, que aún no la lava y que demostraría que en el hombro están el rímel y las lágrimas de Verdezoto, aparentemente, por las presiones políticas que los rodeaban.
En la mesa de sesiones, él le enviaba «mensajitos» para que le dijera qué iba a hacer. Ella no le respondía y ahí se dio cuenta de que se «torció».
«Lo último que yo hablé, y eso lo juro por la vida de mi madre, era que ella se abstenía, y le dije: Te ruego que si cambias de parecer, me avises», contó en radio FM Mundo.
«Si yo podía, en esa ventana, ver una forma para limpiar la justicia, cómo no, porque tenía la certeza. Me pueden criticar de ingenuo y puede ser... Yo hago política y sí quiero ser un político que diga, la puedo haber cagado... Claro, claro que la puedo haber cagado, pero intentaba hacer lo mejor para el país, porque sí tengo los votos para que se devuelva la terna y se despartidice la Judicatura y al mismo tiempo no puedo evitar que los correístas voten…», añadió confusamente.
La bancada legislativa de la RC inició un juicio político en su contra, pero a él «le suda», según dijo el 28 de junio.
A Verdezoto también le plantearon una interpelación y además, la Fiscalía General la investiga por presuntos actos de corrupción que estarían relacionados con el delito de concusión.
Guarderas acusa a Verdezoto de que se «torció, se vendió» y que, si él se hubiera «movido» por diálogos con el gobierno de Noboa, hubiera votado por Godoy, porque su voto era la «bisagra».
Sin embargo, insiste en que los partidos políticos no lo buscan, porque supuestamente «les manda a pastar chivos» pese a que lo han visto en el Palacio de Carondelet.
Pero sería porque necesita apoyo del Ejecutivo para impulsar sus iniciativas con cooperación internacional.
Juan Guarderas fue asesor de Luis Verdesoto, cuando este último era consejero electoral y exsecretario anticorrupción en el gobierno de Guillermo Lasso Mendoza.
Dirige una fundación llamada Lucha Anticorrupción y en los comicios seccionales y del CPCCS de febrero del 2023 llegó al Consejo como suplente con 769.974 votos, según los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Se principalizó el 10 de octubre de 2023, luego que Alembert Vera fue destituido por la Corte Constitucional por incumplir uno de sus fallos.
Desde ahí, el consejero sostuvo sus denuncias por infracciones electorales en contra del alcalde de Quito, Pabel Muñoz, y de Alembert Vera, por incurrir en prohibiciones legales en época de campaña electoral.
Guarderas, de 38 años, dice ser independiente de los partidos políticos. Y, el 23 de mayo pasado, cumplió con su ofrecimiento de denunciar por infracción electoral a la segunda mandataria, Verónica Abad, acusándola de haber hecho campaña anticipada en las elecciones seccionales del 2023.
Articulado a su intención, Daniel Noboa también agota los mecanismos legales para no tener que encargarle el poder en enero próximo, cuando deba ausentarse para participar en la campaña electoral de las elecciones generales del 2025 en las que buscaría su elección como mandatario.
El juez del TCE Fernando Muñoz archivó la causa, ya que uno de los abogados patrocinadores denunció que Guarderas habría falsificado su firma en un escrito y eso motivó el juicio político en la Asamblea.
En el Consejo está empeñado en que se haga un solo concurso público para elegir a los cinco vocales del Consejo Nacional Electoral, una idea que apoyaron sus colegas.
El 28 de junio apareció solo, en una declaración de prensa, para exponer una propuesta de calendario para elegir a los cinco consejeros, sobre el que ningún otro vocal se ha pronunciado. (I)
