Ecuador es uno de los países más biodiversos del mundo, ubicado en el trópico, una región con gran diversidad biológica. Cuenta con una variedad de ecosistemas, tales como la selva amazónica, los páramos, los manglares y las islas Galápagos, en donde podemos encontrar tortugas gigantes, iguanas marinas, piqueros de patas azules, entre otros. Sin embargo, la biodiversidad está amenazada por diversos factores.

Uno de los principales problemas es la deforestación, la tala de bosques para la expansión de la agricultura y la ganadería en muchas regiones del país. La minería y el petróleo también tienen un impacto negativo, ya que generan contaminación y degradación del suelo y el agua. Otro factor que amenaza nuestra riqueza ambiental es el aumento de las temperaturas. La variabilidad del clima puede alterar los ecosistemas, y a las especies, al no poder adaptarse a los cambios climáticos, las lleva a la extinción. La construcción de carreteras, edificios e infraestructuras genera también impacto negativo, fragmenta los ecosistemas y limita el movimiento de las especies; además, la introducción de especies exóticas puede alterar los ecosistemas y desplazar a las especies nativas. Para proteger la biodiversidad ecuatoriana es necesario prevenir la deforestación, limitar la expansión de la agricultura y la ganadería, realizar prácticas sostenibles a largo plazo, desarrollar políticas para reducir las emisiones de gases y mitigar los efectos del cambio climático, promover la investigación y la conservación de especies, etc. (O)

Ricardo Nieto Torres, Guayaquil