El presidente de la República, Daniel Noboa, ha dictado entre sus primeras disposiciones la eliminación de la llamada tabla de consumo de drogas, una enorme tarea social, con lo cual se necesitarán otras acciones de parte de diversos organismos del Estado para que se pueda aplicar con éxito esta medida.

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Deberá aumentar el control para detectar a los miles de jóvenes que están inmersos en esta adicción, pues el personal de la Policía Nacional no es suficiente para detectar y retener a tantas personas que consumen drogas en el país. Además se deberán reformar ciertas leyes que amparan a las personas con adicciones y detener a los traficantes, que deberán ser procesados y juzgados de acuerdo al grave delito que cometen.

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Así mismo deberán implementarse políticas de rehabilitación para los jóvenes y adultos consumidores, que son víctimas de quienes expenden estas sustancias. Para esto se deberán crear, en todas las ciudades del país, grandes centros donde estas personas puedan recibir la atención que necesitan con especialistas para lograr su recuperación y reinserción en la sociedad, totalmente sanos de esta enfermedad.

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Para lo cual, además de las dependencias públicas relacionadas al tema, el Gobierno nacional deberá contar con el apoyo de los gobiernos seccionales y diferentes ONG para que puedan colaborar con personal e instalaciones, con el fin de llevar a cabo este proceso de rehabilitación.

Fernando Bastias, miembro del CDH Guayaquil, sobre la eliminación de la tabla de drogas: “El hecho de que no haya sido efectiva no significa que haya que erradicarla, hay que reformarla”

En Guayaquil, por ejemplo, podrán utilizarse muchos edificios abandonados para que sean los centros de atención para las personas con adicciones, como son, por ejemplo, la vieja cárcel de la calle Julián Coronel, los locales educativos de las calles Sucre y Chimborazo y muchos más. Así que manos a la obra. (O)

José Ignacio Gorotiza Véliz, Guayaquil