«Luz», según el diccionario académico, equivale a ‘corriente eléctrica’, que a su vez es sinónimo de ‘energía’, ‘fluido’, ‘electricidad’ y ‘corriente’. Por analogía con el nombre ‘corriente eléctrica’, también son válidas las expresiones ‘energía eléctrica’ y ‘fluido eléctrico’.

Al decir, por ejemplo, «reorganízate para que aproveches las horas de luz», no se apunta únicamente a los momentos de claridad, comprendidos entre el amanecer y el ocaso, sino también a las horas en que hay cortes de la corriente eléctrica en determinados sectores del país.

Sin embargo, es posible que algunos lectores perciban que hay ambigüedad en la frase de la consulta, pero esa oscuridad se desvanece si la ubicamos en su correspondiente contexto. Así, la expresión «se fue la luz», en estos días de crisis energética, denota que ‘hubo un corte de la electricidad’. Esta interrupción del servicio básico también se denomina «apagón».

Por lo tanto, a partir de los sentidos anteriores, decir «se fue la luz» no resulta extraño en el Ecuador. Como tampoco por estas regiones es absurdo manifestar, por ejemplo, «enciende la luz», «apaga la luz» o «paga la luz».

Pero si alguien dice «me quedé sin luz», debido al pronombre «me», que se relaciona con «yo», se podría interpretar que nuestro interlocutor perdió el entendimiento o su capacidad para discernir. ¡No desperdiciemos las horas de luz! (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española, Diccionario de americanismos y Diccionario panhispánico de dudas (versiones electrónicas), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.