Con vítores y cantando rancheras, miles de mexicanos rindieron homenaje a Vicente Fernández, astro de la música latinoamericana, quien falleció este domingo a los 81 años en la ciudad de Guadalajara (oeste).

Falleció el ídolo mexicano Vicente Fernández a los 81 años

El tributo póstumo se extendió por más de 24 horas, desde el domingo 12 de diciembre hasta la tarde de este lunes 13 de diciembre, luego de un funeral privado que ofició la familia del cantante mexicano al mediodía. La parentela invitó por medio de la cuenta de Instagram del patriarca a ‘toda la familia charra’ a ser parte de una misa de cuerpo presente que se ofició alrededor de las 16:00 (hora de México) en la arena VFG, que forma parte del extenso rancho del ganador de tres premios Grammy.

Para eso, los admiradores tuvieron que hacer fila en medio de vallas metálicas al ingresar al coliseo para despedirse de Chente. Las vallas se colocaron hasta el interior para evitar las aglomeraciones y sobre todo marcar distancia del féretro. Los fans desfilaron en grupos frente al templete que fue colocado en el escenario de la arena, donde tantas veces el cantante presenció conciertos y campeonatos de charrería, el deporte tradicional mexicano. De hecho, muchos acudieron al lugar vestidos con la tradicional indumentaria de jinete charro y su inconfundible sombrero.

Ciertamente, el momento más emotivo de la despedida ocurrió el domingo, cuando Alejandro Fernández ‘El Potrillo’, heredero musical de Chente, interpretó frente a unas 7.000 personas Amor de los dos, mientras abrazaba a su mamá, María del Refugio Abarca ‘Cuquita’, visiblemente desconsolada por la muerte de su esposo. Mi padre “se fue bien, se fue en paz”, dijo más tarde Alejandro Fernández a la televisora Milenio.

Ambos se habían posicionado cerca del féretro, el cual se había situado en la tarima del coliseo y adornado con un sombrero de charro del cantante. Allí permaneció en capilla ardiente toda la noche.

Adornado con flores, en el escenario fueron puestos un Cristo y un cuadro de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y cuya fiesta se celebró este domingo. Mientras, un grupo de mariachis cumplía el sueño del intérprete de que su despedida fuera con música.

El auditorio también estuvo envuelto por las notas del Mariachi Azteca, que acompañaba a Chente, apodo de Vicente Fernández, durante sus conciertos, y que solo guardó silencio durante una parte de la noche, cuando la familia decidió hacer una oración.

“Es muy importante para nosotros que nos den oportunidad de hacer homenaje a una leyenda de la música”, dijo a la AFP Leonardo Olmedo, mariachi de 20 años que llegó hasta el rancho del ídolo, cuya muerte lamentaron varios políticos, con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la cabeza, y decenas de artistas de Iberoamérica. “El mundo de la música ha perdido un ícono”, escribió Biden en Twitter.

Los famosos se despidieron del ‘Charro’ en redes sociales

Finalmente, en una ceremonia íntima, los restos del cantante fueron sepultados este lunes en el jardín de su rancho, junto a sus caballos y en su tierra.

“Se fue un grande”

Fernández murió a las 06:15 del domingo, hora de México, tras permanecer hospitalizado casi cinco meses por una caída en su rancho Los Tres Potrillos (como llamaba a sus tres hijos varones) en las afueras de Guadalajara.

Retirado de los escenarios desde 2016, era considerado el último gran ídolo popular de la música ranchera, un género cargado de despecho y evocaciones de la vida en el campo, que el artista interpretó en más de cinco décadas de carrera. Durante ese tiempo obtuvo múltiples galardones, como tres Grammy, nueve Grammy Latino y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

El famoso intérprete había ingresado en un hospital de Guadalajara tras una cirugía derivada de la caída y donde sufrió algunas complicaciones respiratorias. Un mes antes había sido internado por una infección en las vías urinarias. Los médicos confirmaron además que padecía el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno que daña al aparato motor y provoca parálisis.

La salud de Chente, como lo llamaba su público, había empeorado en los últimos días. El sábado la familia dijo en un comunicado que su condición era “crítica”, con problemas pulmonares agravados y que permanecía sedado en cuidados intensivos.

“Gracias por todo. Te amo, padre”, escribió en Instagram Vicente Fernández júnior, cuyo secuestro en 1998 marcó para siempre la vida del carismático intérprete.

Nacido el 17 de febrero de 1940 en Huentitán el Alto (Jalisco), de padre ranchero y madre ama de casa, Fernández se hizo parte de la memoria colectiva mexicana con decenas de éxitos. Vendió más de 70 millones de copias de una vasta discografía integrada por unos 80 álbumes, y participó en una treintena de películas. Por su majestuosa voz, el diario estadounidense The Houston Chronicle lo bautizó en 1991 como “el Sinatra de la música ranchera”.

“El día que yo deje de escuchar aplausos, ese día moriré de tristeza”, dijo el astro en febrero del 2009, durante su único concierto en el Zócalo de Ciudad de México, la plaza pública más importante del país.

Fernández tuvo cuatro hijos, Vicente júnior, Gerardo, Alejandra y Alejandro Fernández, además de 11 nietos. (I)