De vender dulces y pagar sus grabaciones en cuotas, a ofrecer conciertos internacionales, conozca a Blessd, el rapero colombiano que trajo su música a Ecuador

Medellín es su hogar, su música, su raíz. Esta ciudad colombiana representa sus sueños, metas que se musicalizaron y que consiguieron que sus coterráneos se apropien de ellas (sus canciones) y al corearlas lograran que otros países las escucharan convirtiendo a Stiven Mesa Londoño en uno de los representantes de la nueva generación de música urbana latinoamericana.

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Mesa es el nombre de pila del rapero Blessd, intérprete de éxitos como Medallo, sencillo que se desprende de Hecho en Medellín, título de su primer trabajo discográfico que presenta su visión vanguardista del sonido urbano global, desde su tierra natal. Con 22 años, el novel músico comparte las diversas influencias, sonidos y colaboraciones inmersas que dan forma a este trabajo conceptual que lo ha reunido con otros exponentes del género (Lyanno, Jamby, Brray, Justin Quiles, Lenny Tavárez).

“Esta es la principal canción del disco y con la que abrimos este importante lanzamiento, Medallo es la canción que suena a mi ciudad y que también llevo tatuada en mi piel (...) Mi mayor sueño es que mi música, mi álbum y todas mis canciones sean coreadas y escuchadas en todas las esquinas del mundo y que la gente conozca a Medellín, mi Medellín de la forma en que yo la vivo”, afirma el intérprete.

Con una carrera construida a pulso, el colombiano conoce a fondo el valor del sacrificio. En sus inicios, el dinero que obtenía de vender golosinas en el colegio y centrales de abastos lo usaba para pagar por partes sus primeras producciones. El monto recaudado servía para pagar una producción que tenía un costo de entre 100 a 200 dólares, aproximadamente.

El pasado viernes, el coliseo General Rumiñahui -en Quito- sirvió de escenario para el espectáculo que presentó en Ecuador como parte de su gira Tendencia Global Tour, con la que recorrerá México, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico, Estados Unidos, y Europa.

¿Cómo se ha sentido con esta presentación que lo trajo a cantar a Ecuador?

La verdad es muy bonito que en tan poco tiempo se vea un resultado tan grande, agradecido con Dios y el equipo por todo lo que hemos hecho en tan poco tiempo, pero obviamente siendo sinceros y teniendo en claro que nos lo hemos ganado con el trabajo y la disciplina y supercontento de estar en Quito. Superagradecidos de venir al segundo país donde siempre salgo y estoy número 1 o número 2, en un país que no es el mío y es doble esfuerzo, pero me siento de aquí por el amor y el cariño que siento y sé que todo el tiempo me escuchan y tengo muchas ganar de venir (regresar) y conozcan mucho más de mí y mostrarle un poco más de mi cultura, y conocer más del país.

Hecho en Medellín no es solo el título de su primer disco sino el eslogan con el que se presenta, es su sello y la prueba que desmiente la frase ‘nadie es profeta en su tierra’, al conseguir que sea su ciudad natal, su primera audiencia en respaldo.

Es muy bonito, esa era una frase que todo el mundo utilizaba y nosotros la desmentimos, mostramos que en Colombia también pueden apoyar lo de la tierrita y abrimos una puerta que estaba cerrada hace diez años, que no salía ningún artista colombiano nuevo o no salía una camada de artistas colombianos nuevos y salimos nosotros y pues aquí estamos representando y mostrando que hay nueva cepa de artistas, nuevos talentos y aquí estoy yo gracias a Dios liderando y estando al frente.

¿Cómo Stiven se convirtió en Blessd, una estrella internacional en ascenso?

Yo trabajaba en una plaza de mercado en Medellín y vendía dulces en el colegio y era la única forma en la que obtenía dinero porque no me ha gustado pedirle a mis papás. Yo vengo de una familia normal, pues teníamos para sobrevivir y ya. Así empecé, vendiendo dulces, yo les cantaba a las niñas del colegio para que me compraran dulcecitos, mi ropa y mis cositas las compraba de cuenta mía, hasta que un día, una niña me dijo que tenía un familiar que hacía pistas, que hacía instrumentales y así comencé y mira ahora donde estamos, gracias a Dios.

Del tiempo en que tenía otros empleos para financia su música, ¿qué aprendió?

Aprendí a que todas las cosas se ganan, que todo tiene su tiempo, hay que ser paciente y hay que esperar que a uno le llegue su lucecita, como diría yo, y eso me enseñó que si esperé un tiempo largo para poder ser lo que soy ahora, tengo que esperar más tiempo para lo que quiero llegar a ser. Es bonito venir de abajo y sentir eso.

Esas vivencias, muchas veces desconocidas, sirven de inspiración para nacientes artistas, ¿qué consejo le comparte a esos jóvenes, que como usted en su momento están trabajando en convertirse en artistas de forma independiente?

Que no desistan, que tengan mucha fe en Dios, que sueñen, que el límite es el cielo, que sueñen y que no desesperen nunca, que todo llega tarde o temprano.

Dentro de las metas que se ha impuesto, ¿cuáles les falta por cumplir a Stiven y cuáles a Blessd?

Creo que a Blessd, que lo conozcan por el mundo entero y que no pueda ni salir a la calle, que la gente sienta mucho fanatismo por Blessd. Y a Stiven, tener una familia, tener mis hijos, tener mi hogar, una esposa, mis nietos, siempre he soñado con eso y quiero por primera vez que mi familia cambie, que no sea como sea de esperar a que le regalen la ropa de un primo más grande para estrenar, si no que desde que nazcan, mis hijos lo tengan todo y pueda ser feliz con ellos.

Su primera gira mundial y presencial, después de un tiempo confinados, ¿cómo vive subirse al escenario frente al público que canta sus temas?

La verdad es superbonito y siento que me sirvió mucho porque al estar tanto tiempo encerrados, la gente salió eufórica a los shows y a las presentaciones y como nosotros éramos nuevos, la gente también quería escuchar algo fresco, un sonido diferente y gracias a Dios aquí estamos aprovechando al máximo que ya todo se está normalizando.

En el próximo estreno de Blessd, ¿qué historia nos contará y ritmo nos traerá?

El próximo estreno es a mitad de este mes y va a ser una canción totalmente diferente, no es un reguetón, voy a salir a proponer algo distinto a ver qué pasa y si no pasa nada, pues me divierto haciéndolo que es lo importante. (E)