Naturalmente, el suelo pélvico puede debilitarse por algunas razones, entre ellas: el embarazo, el parto vaginal, la menopausia y ejercicios pesados sin supervisión. Sin embargo, los problemas del suelo pélvico se pueden presentar en cualquier etapa de la vida y son las féminas las más proclives a padecerlo.

Los músculos pélvicos del suelo estiran del coxis al hueso púbico y se utilizan para soportar el intestino y el diafragma. En el caso de las féminas también sostienen al útero y a la vagina.

Embarazo y suelo pélvico. Imagen: tomada de Pexels

Según recoge el portal Ginefem, si el suelo pélvico se debilita o deja de tener su firmeza inicial, existirían algunas complicaciones, como incontinencia urinaria, caída de matriz e incluso disfunciones sexuales, afectando no solo su cuerpo por el dolor durante el coito, sino que podrían causar que su pareja reduzca la fuerza de sus erecciones, en caso de ser heterosexual.

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Para tratarlo con tiempo es importante prestar atención a ciertos síntomas que alertan de esta aflicción. Conozca cuáles son a continuación, según un artículo de UChicago Medicine:

  • Una sensación de pesadez en el área perineal (área del cuerpo entre el ano y la vulva en las mujeres).
  • Dificultad para orinar.
  • Goteo después de orinar.
  • Presión en el área perineal.
  • Sensación de estar sentada sobre algo al sentarse.
  • Dificultad para defecar, incluso cuando tus heces son suaves y no compactas.
  • Estreñimiento sostenido.

En caso de presentar alguna de estas molestias es necesario que acudas con una ginecóloga para evitar las consecuencias.

Una forma de fortalecer los músculos del suelo pélvico, que sostienen la vejiga y el intestino, es a través de ejercicios de Kegel.

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Ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico de hombres y mujeres

Estos ejercicios consisten en contraer los músculos perineales combinando técnicas de biorregulación y electroestimulación, destinados a la mejoría de la fuerza y la contracción de los músculos del suelo pélvico. En términos más sencillos, es como si tuvieras ganas de orinar pero no hubiese un servicio disponible: entonces, debes aguantar.

En esta rutina se pueden adoptar posturas de ejercicios de pilates y de hipopresivos que ayudarán a sentirlo. Además, la contracción debería durar diez segundos aproximadamente, luego relajar los músculos y repetirlo hasta tres veces al día, así lo indica Miriam Ovadía, fisioterapeuta mexicana.

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Para que las mujeres puedan localizar el suelo pélvico deben observar que la vagina y el ano se cierren un poco y se hundan hacia el interior del cuerpo en la zona periné. Luego se debe colocar el dedo en el espacio que hay entre la vagina y el ano, realizar una contracción y así se logrará sentir el movimiento del suelo pélvico.

Se puede usar un espejo como ayuda.