Con el paso de los años las personas van envejeciendo y su cerebro también, afectando la memoria así como otras habilidades del pensamiento.

Es usual que cuando alguien alcance los 60 años tarde más tiempo que antes en aprender cosas nuevas o incluso pueden olvidar tareas de la rutina diaria, como pagar una factura. Estas, según el National Institute on Aging son señales del olvido leve.

Los problemas graves de memoria vienen cuando la persona empieza a tener dificultad para ejercer actividades cotidianas como manejar o hacer mercado. Entre las señales están, cuando repite la misma pregunta varias veces, que se pierda en lugares conocidos, no poder seguir instrucciones, confundirse con el tiempo, las personas y los lugares.

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Los hábitos diarios pueden marcar una gran diferencia en la salud del cerebro | Foto: Freepik

Consejos para cuidar la memoria después de los 60 años

Según reseña El Español, los buenos hábitos durante la rutina diaria a lo largo de la vida beneficia la salud mental de una persona que se encuentra en la etapa de la adultez mayor. En ese aspecto, el neurólogo Marc Milsten afirmó durante una entrevista concedida a CNBC que hay algunas medidas que si se cumplen, ayudarán a mejorar las condiciones del cerebro.

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Presión arterial y niveles de colesterol bajo control: el especialista explica que el corazón le envía al cerebro cerca del 20% del oxígeno del cuerpo, por lo que, tener estos niveles elevados debilita al músculo cardíaco y generar un accidente cardiovascular. La tensión debería estar en 120/80, pero para eso, los niveles del colesterol deben estar controlados.

Niveles de azúcar en los parámetros: se debe evitar consumir el azúcar en exceso y tomarlo mediante alimentos con dextrosa, fructosa, glucosa, lactosa, sacarosa, maltose y galactose.

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Respetar las nueve horas de descanso: Milsten destacó que el descanso es fundamental para la salud del cerebro, por lo que dormir religiosamente 9 horas diarias es primordial.

Comer saludablemente: incluir en la dieta diaria alimentos como el salmón, aguacate, nueces, arándanos y verduras como la rúcula, el brócoli y las coles es importante para el cerebro.

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No fumar: las personas que fuman tienen un 30% más de posibilidades de sufrir demencia que los que no fuman.

(I)

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