Los dos candidatos a la Presidencia de la República finalistas: Luisa González, de la Revolución Ciudadana, y Daniel Noboa Azín, de ADN (Acción Democrática Nacional), tienen en la mira a las reservas internacionales –que no pertenecen al Gobierno sino a terceros– como parte de las fuentes de financiamiento de su gestión.

Días atrás, González indicó a un medio de prensa internacional lo siguiente: “Voy a traer $ 2.500 millones para inyectar a la economía nacional, dinero que no está generando nada, está guardado sin ganar un centavo para garantizar el pago de los tenedores de la deuda, que son gente vinculada a la banca, al Gobierno”.

En tanto que Noboa, el pasado 12 de septiembre, dijo en una radio de Guayaquil: “Hay que usar $ 1.500 de la reserva, vamos a tener que utilizarlo en el fenómeno de El Niño”. El candidato también habló de renegociar el pago de deuda.

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Estas posturas monetarias de los dos candidatos presidenciales finalistas se abordaron dentro de un conversatorio realizado este miércoles 13 de septiembre por la publicación Análisis Semanal.

Su editor, Alberto Acosta Burneo, sostuvo que las últimas declaraciones de Noboa han causado sorpresa, pues tanto el tema de tomar la reserva como de renegociar deuda no constan en su plan de trabajo presentado al momento de inscribirse como candidato ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Y esto ha extrañado también a los mercados internacionales que registraron una importante caída del precio de los bonos de deuda, agregó.

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En el caso de González, Acosta explicó que ella propone la emisión de “ecuadólares”. Este es un dinero contable que nace de la expansión del balance del Banco Central. Además propone una moneda digital de la misma entidad y, finalmente, usar esos $ 2.500 millones de la Reserva.

En el gobierno del líder de su movimiento, Rafael Correa, ya se hizo uso de la figura de expansión del balance del Banco Central y se emitieron unos $ 9.000 millones en dicho balance.

Acosta recordó que Andrés Arauz, candidato a la Vicepresidencia de la Revolución Ciudadana, antes de que empiece la campaña había explicado cómo lograron realizar la expansión del balance del BCE.

“A partir de 2009, el Banco Central de Ecuador comenzó a conceder préstamos al Gobierno, a pesar de que estamos dolarizados”, explicó en algunos medios.

Acosta aseguró que esto los dejó “completamente atónitos” ya que no se entendía cómo se lo hacía en dolarización si se supone que la ley “prohíbe al Banco Central crear dinero de la nada”. Pese a saber que no se pueden crear dólares, dijo que sí se pueden “crear dólares en el registro contable de un BCE y hacer que se muevan en la economía nacional…”.

De acuerdo con el experto, este tipo de operaciones monetarias, que son parte de una política cortoplacista, pueden resultar atractivas, pero que al final pueden generar preocupantes consecuencias.

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Por un lado, la emisión primaria de dinero en dolarización puede dinamizar la economía a corto plazo, pero con dinero que no son dólares. Se siente entonces una sensación de mayor actividad económica. Sin embargo, por el otro lado, el Banco Central pierde dólares reales, lo cual conllevaría a una crisis de iliquidez y contagio del sistema financiero. Finalmente llega el riesgo para el sistema dolarización.

Acosta Burneo recordó que la expansión del balance en el tiempo del correato alcanzó $ 9.000 millones. En cambio, dijo, el gobierno de Guillermo Lasso, con una política más prudente, ha pagado en los dos años de gobierno unos $ 2.500 millones al Banco Central. Sobre el tema, Walter Spurrier, director de Análisis Semanal, recordó que este sacrificio que hizo Lasso en el pago al BCE es justamente el monto del que habla Luisa González y que sería tomado por su gobierno en caso de ganar. Sería, según ha dicho, para financiar educación, salud y otros temas urgentes.

Entre tanto, Acosta, además, recordó que “esto que proponen los dos candidatos es una ilegalidad”, que está prohibido por ley. Y si quieren hacerlo tendrán que cambiar la ley o tal vez utilizar otros caminos “creativos”, para lograr conseguir liquidez. Entre esos un mecanismo que ha utilizado recientemente el gobierno de Lasso, que es permitir que la banca privada compre bonos con parte del encaje.

¿Para qué se usan las reservas?

Un análisis de Cordes recordó para qué se utilizan las reservas internacionales y su importancia. Esta institución de investigación económica explicó que las reservas tienen dos objetivos:

  • Garantizar los pagos al exterior, no solo del sector público, sino del sector privado (por ejemplo pagos que hacen importadores a proveedores).
  • Hacer frente a los pasivos exigibles del Banco Central. Los movimientos de las reservas dependen de los giros que la economía ecuatoriana hace y recibe del resto del mundo

Las reservas en los últimos meses han ido cayendo. En marzo del 2023 había $ 9.000 millones, y ahora se encuentra en $ 6.912 millones. La caída se explica en dos factores: desplome de exportaciones petroleras menor volumen de producción y un saldo negativo de financiamiento externo. (I)