Una familia de Turi escenifica los momentos cruciales de Cristo en romería que lleva varios años

Cuenca

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La fe en Dios mantiene en pie a la familia Pintado Otavalo. Por eso, cada Viernes Santo exteriorizan esta devoción participando activamente en el viacrucis, representando a los diferentes personajes bíblicos, entre ellos a Jesús.

La tradición empezó con el abuelo, y hoy cargan la cruz el hijo y el nieto. En la ciudad hay decenas de parroquias y barrios que representan la pasión de Cristo, pero hay un lugar que lo lleva haciendo por más de 30 años y es Turi, en el sur de la ciudad.

Y aunque la organización está a cargo de los nativos de este lugar, los participantes arriban de diferentes zonas, solo por devoción, para agradecer por algún favor recibido o rezar para salir de una crisis.

No les importa caminar largos trayectos, sino simplemente mostrar su amor al Creador. De esta etapa bíblica, el personaje central es Jesús, y desempeñar ese papel lo toman muy en serio los integrantes de la familia Pintado, quienes por tres generaciones están presentes.

Todo empezó con Jorge. Cuando falleció, tomó la posta su hijo Marco, quien hasta la actualidad carga la pesada cruz de madera sobre su espalda mientras recorre una larga caminata, desde el sector de Tres Puentes hasta el Mirador, algo más de tres kilómetros con el madero a cuestas.

Unos pasos más adelante, representando al mismo personaje, está Marco Jesús, su hijo. Paulina Otavalo, madre y esposa de estos fieles, cuenta que el sacrificio lo hacen por devoción, pues están convencidos de que todo en este mundo es superable, pero teniendo a Dios como aliado.

Por eso, incluso lleva el nombre que tiene: el primero en honor al de su papá y el segundo por el Hijo de Dios.

Mientras Marco, padre, carga solo su madero, el pequeño es ayudado constantemente por sus familiares, quienes lo acompañan para apoyarlo en lo que necesite, desde brindarle agua hasta sacarle una piedra de la zapatilla.

Marco Jesús tiene seis años de edad y carga la cruz desde los cuatro. Un detalle que reveló su madre es que cada año su abuelo paterno le fabrica una cruz de madera para que la cargue. En su casa ya hay cuatro.

La idea es coleccionarlas y que se conviertan en un símbolo de fe con el que ella quiere que crezcan en medio de un mundo tan complejo y violento.

Por eso, su otro hijo también participa representando a un soldado romano que lo azota durante todas las estaciones.

Para esta mujer, no solo se trata de religión, sino de inculcar valores de respeto y amor a Dios.

En cada pausa del también conocido viacrucis Mártir del Calvario, el sacerdote de Turi, Enzo Amato, lideraba los rezos y las reflexiones mientras otros feligreses cerraban la procesión cargando imágenes religiosas de la Virgen María y san José, acompañados por una música solemne interpretada por la banda de pueblo de Baños.

Para cerrar esta jornada religiosa, el arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez, invitó a los fieles a participar en la procesión por realizarse esta noche a partir de las 19:00.

El inicio será en la Catedral de la Inmaculada, bajará por la calle Mariscal Sucre, cruzará por la Tomás Ordóñez y volverá por la Simón Bolívar. (I)