Cooperación israelí para el proyecto de seguridad ciudadana y que se enfocará en la segmentación de presos de las cárceles del país, son algunas de las pistas que soltó el presidente de la República, Daniel Noboa Azín, durante una de sus primeras entrevistas en medios de comunicación.

Este miércoles, 6 de diciembre, el jefe de Estado dejó el despacho de la Casa de Gobierno en Quito y fue a la tradicional heladería de San Agustín, ubicada en los alrededores, para atender una entrevista con el periodista Gonzalo Ruiz.

En ese espacio reveló algunos ejes de su política de seguridad y los cambios que se hicieron a las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

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Según dijo, esa decisión era «necesaria» porque hay que tomar decisiones que vayan de acuerdo con los pedidos del pueblo «que quieren seguridad, empleo y paz».

«A veces dejar pasar el tiempo es inacción. Una de las cosas más difíciles es cómo comunicas temas sensibles, en los cuales algunos deben ser secretos», expresó el mandatario y afrontó el hecho que debe «absorber las críticas de falta de comunicación”. “Pero es por protección de las Fuerzas Armadas, de la Policía, de los ministros y de mi familia. Prefiero aguantar 400 tuits de trolls de mis opositores insultándome y mantener el silencio, que es por protección a las fuerzas del orden, a mi gente y a mi familia», insistió.

Las estrategias que incorporarían el denominado Plan Fénix, que planteó como una política de gobierno durante su campaña electoral, tendrían varias estrategias que aunque no todas son públicas, Noboa dio algunos de los ejes. El principal, la atención carcelaria.

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«Hay un plan bonito, que no se lo cuente a Fito (líder de un grupo de delincuencia organizada), que es en la segmentación... se debe separar (los presos). La penitenciaría va a dejar de parecerse al Quicentro y va a ser un verdadero centro de rehabilitación», dijo el presidente e indicó que el problema central está en la cárcel del Litoral 4, ubicada en Guayas.

Para esta segmentación de las personas privadas de la libertad, el mandatario propone usar barcazas (artefactos navales) que «serían una medida complementaria, provisional para segmentar y sacar a los presos, que son amenazas reales para la seguridad y aislarlos hasta que se construyan las cárceles de seguridad y de máxima seguridad».

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Se estima que una barcaza llegue en siete u ocho meses y se han identificado tres: en Reino Unido, Australia y Estados Unidos.

Estos aparatos serían parte de una cooperación israelí, ya que son los diseñadores de las construcciones de cárceles de máxima, supermáxima seguridad y delitos menores y contravenciones.

Entre las medidas para afrontar la inseguridad y la delincuencia, Daniel Noboa apuntó a:

  1. La implementación de barcazas para separar a los presos más peligrosos de los no peligrosos hasta construir cárceles de máxima seguridad.
  2. Vergüenza pública, que será exponer información de quienes liberan a personas involucradas en hechos delictivos.
  3. Identificación de los líderes de las bandas de crimen organizado.
  4. El indicador de éxito que se valorará sobre acciones que muestren que no están cerrando negocios, que no haya muertes violentas, que no haya vacunas (extorsión), que haya orden en las cárceles, que se controlen y regulen las acciones desde las cárceles y controles de los puertos.
  5. Cambiar el cuerpo administrativo de las cárceles para que los líderes de las bandas no tengan un enchufe para cargar su celular o un router. «La celda de Fito, con cuatro enchufes, tenía más enchufes que un cuarto de hotel en el Marriott», ejemplificó Noboa.
  6. Control de cárceles, de rutas, controles fronterizos, uso de radares y protección en las zonas marginales más calientes.
  7. Cámaras y sistemas de alarma en el transporte público para evitar los robos.
  8. Sistemas de anticipación de hechos delictivos con el uso de alarmas y comunicación para controles en zonas calientes.

El presidente de la República también nombró a 15 gobernadores en varias de las provincias, que serán su enlace político y para ejecutar sus políticas en seguridad ciudadana. (I)

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