Según nuestra Constitución, la Función Legislativa se ejerce por la Asamblea Nacional que se integrará por asambleístas elegidos para un periodo de cuatro años. Sin embargo, este periodo se reduce cuando el presidente de la República acorta tanto su periodo presidencial como el de los asambleístas -a través de la muerte cruzada-, esto es, cuando a su juicio la Asamblea Nacional se hubiere arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional; o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna.

Consejo Nacional Electoral entregará las credenciales a los asambleístas en tres meses más

Habiéndose llevado a cabo las elecciones el pasado 20 de agosto, se supone que a estas alturas del mes de septiembre deberíamos tener definidos los 137 asambleístas interinos que estarán hasta el año 2025. No obstante, producto de una decisión en mi criterio al margen de la ley, el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió que se repitan las elecciones en el extranjero de asambleístas nacionales (solo en estas circunscripciones) y de los representantes (6) de los migrantes ecuatorianos, pero en la segunda vuelta electoral, por lo que hasta que no se culmine el escrutinio de votos y el proceso de impugnaciones, no tendremos una Asamblea Nacional debidamente conformada.

En el relevo de la próxima Asamblea Nacional habrá familiares de legisladores que ya ocuparon las curules

Y el no tener una Asamblea Nacional con todos sus asambleístas debidamente acreditados, hasta que no se resuelvan todos los recursos y reclamos que eventualmente se puedan presentar, torna complicado -por decir lo menos- que se puedan reunir, nombrar a sus respectivas autoridades y además que posesionen al próximo presidente y vicepresidente de la República (tomar nota que la Constitución señala que eso solo puede suceder los 24 de mayo del año de elección, algo que como sabemos se va a incumplir en este régimen transitorio).

(...) lamento vislumbrar en el futuro próximo falta de acuerdos mínimos en... la Función Legislativa.

Dicho lo anterior, lamento vislumbrar en el futuro próximo falta de acuerdos mínimos en el seno de la Función Legislativa.

En primer lugar, no se tienen certezas de cuándo se les entregarán las credenciales a los seis legisladores que se elegirán en el extranjero en esta segunda vuelta. Luego, hay que discutir la suerte del asambleísta electo Patricio Carillo, quien claramente está impedido de ejercer un cargo público al haber sido destituido del cargo de ministro del Interior del gabinete del presidente Guillermo Lasso, y, finalmente, a pesar de haber cuatro bancadas definidas (RC, Construye, PSC y ADN), hasta el momento no se ha escuchado ningún tipo de acercamiento formal entre bancadas y el resto de asambleístas para elegir a sus nuevas autoridades. Lo que no significa, por si acaso, que estas negociaciones no se estén llevando a cabo.

El país demanda y exige a los nuevos asambleístas consensuar una agenda que contenga acuerdos básicos para combatir los flagelos de la delincuencia, el terror, la pobreza y el hambre que nos acechan diariamente. La patria vive un momento crucial. No es momento de egoísmos, componendas y descalificaciones. Las circunstancias que actualmente vivimos no deben dar cabida a planes personales o partidistas, sino a un solo norte: salvar al Ecuador de la postración en la que se encuentra.

De ustedes depende comenzar a cambiar el rumbo. (O)