Las cadenas de suministros (red de proveedores, rutas y medios de transporte, distribución, etc.) presentan y están llamadas a cambios a los que no estamos reaccionando ni rápido ni bien. La pandemia, la invasión rusa a Ucrania, el cambio climático, las disputas entre Estados por el poder y control de recursos y mercados son sus causas. Estas son oportunidades por aprovechar y amenazas por minimizar.

El cambio climático está afectando ya los flujos de comercio. En el 2020, los incendios en California destruyeron millones de hectáreas de bosque, interrumpieron la cadena de suministro de maderas y causaron miles de millones de dólares en daños a la infraestructura. En el 2021, las inundaciones en Alemania y Bélgica causaron pérdidas por miles de millones de dólares en factorías, carreteras e interrupciones en los flujos de bienes.

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En marzo pasado, la falta de lluvias obligó a la Autoridad del Canal de Panamá a reducir el calado máximo de los buques a pasar por aquel, de 15 metros a 13 metros, obligando a los barcos más grandes a transportar menos carga. En agosto, el tiempo de espera para cruzar el canal fue cuatro veces mayor que el registrado en junio, pues se tuvo que restringir el número de pases diarios. Este año disminuirá el promedio de 14.000 buques que anualmente atraviesan el canal. Se teme un alza de tarifas navieras, mayor tiempo de transporte y con ello sobrecostos al comercio exterior ecuatoriano con Europa y la costa este de los Estados Unidos, principalmente.

En el futuro próximo, el inminente fenómeno de El Niño terminará desnudando nuestras imprevisiones para enfrentarlo, advirtiéndose consecuencias sobre las cadenas de suministros. Carreteras y puentes que no han recibido mantenimiento por años y estructuras de acopio y distribución localizadas en las azolvadas cuencas hidrográficas de la costa nos advierten de la alta vulnerabilidad de las cadenas de suministro que abastecen al mercado nacional.

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Además, el continuo aumento del nivel del mar obligaría grandes inversiones para mantener operativos puertos de gran importancia para el comercio exterior ecuatoriano, tales como: Miami, Nueva York, Rotterdam, Tokio, entre otros. A su vez, estas inversiones se traducirán en sobrecostos al comercio exterior que emplea estos puertos.

Podría seguir enumerando más factores de riesgo, mas, es impostergable priorizar con eficacia las prioridades a salvaguardar en las cadenas de suministros de mayor importancia social y económica. Minimizar el impacto de posibles sobrecostos y evitar interrupciones en el comercio interno y externo, conservando mercados e incluso captando los que perdieren aquellos países aún menos previsores que nosotros.

¿Qué propuestas tienen los presidenciables para atender el Fenómeno de El Niño?

Para hacerlo rápido y bien, las asociaciones, entidades sectoriales deben participar proactivamente identificando los puntos de sus cadenas de suministros más vulnerables y que no deban fallar. Que aporten servicios de inteligencia productiva y comercial para advertir a tiempo estos cambios, proponer soluciones y articularse con las entidades públicas relacionadas para lograr las soluciones buscadas. De cara a El Niño queda muy poco tiempo. (O)