Desde que vi los primeros datos de la encuesta de Mockus, recuerdo sentir que los ecuatorianos deberían tener espejos en lugar de ventanas.
Su periodo dura cuatro años y al momento parece improbable que lo complete. Tiene enemigos hábiles e irresponsables que quieren su cabeza como trofeo.
Los ecuatorianos sabemos mucho de desperdicio, sobre todo porque los políticos cuanto más apoyo y recursos tienen, más inflan sus egos y se alejan del pueblo.
Emulemos a Scaloni, sus padres le enseñaron “una manera de entender, de nunca bajar los brazos, no ir en contra de nadie, ir para adelante siempre”.
El tsunami rojo que pronosticara Trump y el Partido Republicano se convirtió en una brisa rosada –o lila– que enciende la ilusión de mejores días.
La tecnología electrónica invisibiliza socialmente a los más pequeños. Los “borra” de los juegos, las actividades grupales, la conversación familiar.
La realidad es que Ecuador es un país machista, lleno de gente que comete a diario actos violentos.
Quisiéramos que las políticas públicas se hagan basadas en la mejor evidencia científica.
Desde el presidente hasta el último opinador de redes sociales, todos deberíamos educarnos para ser mejores...
Va a ser interesante ver a los dueños de la verdad castigar a quienes difundan sus ideas de arte, cultura, filosofía, moral o religión.
El orteguismo roba todo lo que puede mientras intenta borrar los nombres de la historia.
La rabia de muchos manifestantes no alcanza a disfrazarse con la repetición de que son infiltrados o con el paternalista apoyo de progres miopes.
Piquémonos todos por la mediocridad de nuestros políticos que aumentan su machismo con ataques como el del concejal Luis Reina.
No debe haber persona ecuatoriana que mire a su alrededor y vea orden, al contrario, su sentir es cercano a la desolación por el desastre.
Ecuador está reventado de violencia que inicia en el maltrato dentro de la familia contra niños y mujeres, sale a la calle... se presenta en nuestros políticos.
El honor de cada persona crece con las batallas que enfrenta, con su temple para vencer corruptos en su entorno...
Si la sociedad fuera juzgada por su trato a los niños, el fracaso de casi todos sería tan inocultable como estruendoso.
Esos políticos capaces de cualquier cosa volverán a pedir nuestros votos, no los olvidaremos.
... resaltaban en sus discursos la poca responsabilidad de los partidos al momento de elegir candidatos.
Proliferan personas antivacunas instruidas por videos o notas des/malinformadas, manipulando datos.
El problema de la salud con sus aristas de atención médica y hospitalaria va por un derrotero de abandono y desidia.
Los artesanos y artistas en general tienen muchas dificultades para mostrar sus emprendimientos.
El 65 % de los violadores fueron sus familiares, contribuyendo así la imposibilidad de la denuncia, que solo ocurre en el 10 %...
El Gobierno actual debe arriesgarse, empezar a hacer más, comunicarlo asertivamente y dejar a otros la búsqueda de culpables.
¿Cuán enajenados están los políticos para no ocuparse de esos imprescindibles que requieren de una concertación?
La masificación de la criminalización es la respuesta rápida a no afrontar la inequidad del país.
A menor formación en ciencias e historia, mayor facilidad de distribución de noticias falsas y mentiras.
No se educa a la población sobre las ventajas y problemas de la existencia inmutable de los subsidios.
Temo que las élites dejen pasar la oportunidad de cambiar el país hacia algo mejor y más importante.
Hay una injusta desproporción de poca inversión directa en deportistas versus el amplio gasto en burócratas.