Con un nuevo conflicto internacional otra vez está en la mira el precio del petróleo, que en los últimos quince años, con sus alzas y bajas, ha dado oportunidades o problemas al país por cómo actuaron los gobiernos y cada realidad que les tocó asumir. El barril West Texas Intermediate (WTI), que es el crudo de referencia para Ecuador, superó los $ 86 al iniciar la semana por el temor a que el conflicto entre Israel y Hamás se extienda en Oriente Medio y afecte a los mercados de la energía. El martes bajó a $ 85,97 y este miércoles empezó el día en $ 84,92 en Nueva York.

El analista petrolero Luis Calero considera que atado a una serie de eventos geopolíticos el precio del crudo se estará moviendo en la banda de entre $ 86 y $ 92 hasta fin del 2023.

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En lo que lleva de gestión el actual Gobierno el promedio ha sido de $ 81,1 el barril de crudo, tomando en cuenta los datos de mayo del 2021 a agosto del 2023, mayor en comparación con los precios registrados durante el mandato de sus dos antecesores: Lenín Moreno y Rafael Correa, que estuvo diez años en el poder.

Si se hace un promedio simple desde enero del 2007 hasta abril del 2017, en el correato, se puede establecer que el promedio del WTI fue de $ 76,1 el barril. En ese gobierno se registró el mayor precio mensual: $ 134,1 en junio del 2008. Y también importantes caídas: por ejemplo, mientras el crudo tuvo un promedio de $ 93 en 2014 para el 2016 se había precipitado a un promedio de $ 43.

En cambio, el gobierno de Moreno tuvo un escenario precario. El promedio del precio del crudo de todo su periodo, entre mayo del 2017 y abril del 2021, fue de $ 53. En este periodo hubo problemas muy complejos, pues en el 2020 la pandemia echó los precios a resultados negativos. El menor fue de $ 16,5 en abril del 2020.

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Mientras, para los últimos meses del gobierno de Lasso se espera un precio del crudo alto. El analista Luis Calero prevé que se estará moviendo entre $ 86 y $ 92 hasta fin de año. De acuerdo con reportes internacionales, en las últimas semanas el comportamiento del crudo ha sido variable, pero al alza. Hubo en primera instancia una subida por menos producción en los países árabes, pero recientemente los enfrentamientos entre Israel y el grupo islamista Hamás han dejado en alerta a los operadores que se mostraban cautelosos ante posibles interrupciones del suministro. Los mercados petroleros han mostrado una gran incertidumbre tras los ataques del fin de semana en Israel.

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El precio del crudo para los gobiernos ecuatorianos resulta un factor clave para financiar el gasto. De este precio también depende el riesgo país, pues el crudo garantiza el pago de las obligaciones del Ecuador.

Hace algunas semanas el exministro del correato Guillaume Long justamente había opinado en su red social X (antes Twitter) que el precio del crudo en el gobierno de Correa fue menor al de Lasso, y cuestionaba: “¿quién habla de la bonanza petrolera de Lasso?”.

¿Qué hicieron los gobiernos?

Para Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), si bien los promedios benefician en su orden a Lasso, Correa y Moreno, caben varias reflexiones al respecto. A primera vista salta la contradicción de que, lamentablemente, en el régimen de Correa, que tuvo al menos cinco años de precios por sobre los $ 90, lo que hizo fue incrementar el gasto demasiado y no era sostenible, y por eso cuando el precio caía se creaban unos déficits monumentales, de los cuales hasta ahora el país no se puede recuperar.

Explica que el gran problema el boom petrolero del correato fue que la gran cantidad de recursos que hubo se destinó a gastos fijos. Al producirse el déficit por caída de precio, se dio rienda suelta al endeudamiento con China y con bonos basura e incluso tomando parte de la reserva internacional.

Recuerda que aunque ya estábamos en dolarización no se actuó con responsabilidad fiscal ni se ahorró para tiempo de vacas flacas. Más bien se gastó el fondo de ahorro que tenía el país de $ 1.400 millones, pues en el 2008 se lo incorporó al presupuesto.

Por otra parte, comenta que en el tiempo de Lenín Moreno no hubo altos precios como en el correato y además se vivió una crisis enorme como fue la pandemia. Moreno debió incluso renegociar la deuda de bonos basura. Este problema mundial que generó muerte y pobreza, adicionalmente, abrió un déficit aún mayor.

Así, ya en la época de Lasso, el alto precio del crudo sirvió para bajar el déficit fiscal (llenar el hueco), arrastrado desde los gobiernos anteriores.

Diferencias en niveles de producción

En los gobiernos de los últimos 16 años también hubo diferencias en el tema de producción. Carrera comenta que en el tiempo de Rafael Correa no se generó un ambiente que sea atractivo a la inversión privada y que incluso durante el boom petrolero todo dependía del Estado, por lo que la inversión privada fue muy pobre.

Entre tanto, apenas llegó Lasso al poder se buscó una apertura a procesos de inversión privada, por ejemplo, con el evento Ecuador Open for Business, en el que se buscó atraer inversión, sin mayor éxito.

En paralelo al precio del crudo, los niveles de producción fueron distintos en cada uno de los tres gobiernos. Mientras menos producción, menos ingreso. Así:

  • Cuando se inició el gobierno de Rafael Correa la producción se encontraba en 517.000 barriles al día. La mayor producción se registró en noviembre del 2014 con 562.000 barriles, aunque ese régimen cerró con una producción de 528.000, 11.000 barriles por encima de como se recibió.
  • En el morenismo la producción se había iniciado con 533.000 barriles y para marzo del 2020 se hallaba en 540.000 barriles; sin embargo, en abril del 2020 -mes fatal para la industria- se registró una producción de apenas 209.000 barriles. En abril del 2021, cuando Moreno dejaba su administración, la producción fue de 499.000 barriles.
  • En cambio, en el gobierno de Guillermo Lasso los índices de producción fueron contrayéndose, entre otros factores, por las paralizaciones indígenas y problemas de rotura de oleoductos por la erosión regresiva y lateral en el río Coca y sus afluentes. Lasso recibe el país con una producción de 498.000 barriles en mayo del 2021, pero cierra ese mismo año con 246.000 barriles. Para agosto del 2023 la producción está en 480.000 barriles.

Los ingresos petroleros también han estado atados a la manera de contratación que se hizo con empresas asiáticas. Los contratos firmados en el gobierno de Correa con empresas como Petrochina, Unipec y Petrotailandia, que siguen vigentes hasta el momento (aunque se realizaron renegociaciones tanto en la administración de Moreno como en la de Lasso), representaron reducciones de hasta $ 4 por barril con relación al precio de mercado. (I)